"Venía a por el sacerdote", ha lamentado el párroco de la Iglesia de La Palma de Algeciras, Juan José Marina, quien asegura que el atacante que ayer por la tarde entró en el templo y mató al sacristán debió pensar que la víctima era el cura.
Marina es el párroco de una de las dos iglesias en las que el marroquí Yasin Kanza irrumpió con un gran machete, ocasionando, además de la muerte del sacristán, heridas a otras cuatro personas.
El atacante irrumpió en la Iglesia de La Palma después de haber pasado por la capilla de San Isidro de la Iglesia de Santa María Auxiliadora. En esta primera localización, tras romper varias cosas, apuñaló al vicario salesiano Antonio Rodríguez, de 74 años, que estaba celebrando en ese momento la eucaristía de las siete de la tarde.
"Fue hacia él creyendo que era el cura"
Tras dejarle herido fue a la Iglesia de La Palma, donde hacía poco se había acabado la eucaristía y el sacristán Diego Valencia estaba recogiendo la mesa del altar, mientras algunos feligreses rezaban.
"Fue directamente hacia él creyendo que era el cura porque él estaba en el altar recogiendo las cosas de la misa", explica el párroco Juan José.
Diego era mis pies y mis manos dentro de la parroquia
Diego Valencia, que había sido propietario de una floristería, tenía mujer, hijos y nietos, y toda su familia tenía una estrecha vinculación a la parroquia, con las hermandades de Semana Santa y la Virgen de Gloria. "Era mis pies y mis manos dentro de la parroquia", dice con tristeza el cura recordando a su compañero fallecido.
Lamenta que el nombre de Dios se utilice en vano
En el momento del ataque, Juan José Marina se encontraba celebrando unas confirmaciones en otra parroquia vecina. Cuando se enteró de lo sucedido, fue "como si te están contando una película, no sabes cómo encajarlo".
El párroco se ha mostrado consternado por el asesinato de Diego y critica que, quien lo ha cometido, invoque a la religión. "Desgraciadamente, el nombre de Dios se utiliza en vano. No se comprende cuando sabemos que Dios es amor y va en contra de todas las agresiones hacia el ser humano", lamenta el cura.
