Según el recuento provisional de las autoridades de Marruecos, ya hay 2.122 muertos y unos 2.421 heridos por el seísmo de magnitud 6,3 que ha afectado a la región del Atlas. Este domingo llegaron dos contingentes españoles con más de 80 militares asistidos con ocho perros adiestrados en la localización de posibles supervivientes bajo los escombros, a los que se han unido equipos de rescate de las Comunidades Autónomas.
En búsqueda de otras zonas donde rescatar a personas
Profesionales del rescate como el comandante Bascuas, jefe del equipo Usar de rescate de la Unidad Militar de Emergencias (UME), se desplegaron ayer en una posible zona de búsqueda de víctimas.
En principio, "en esa zona no había indicios de personas vivas bajo los escombros", explica, por lo que hoy se reunirán con las autoridades locales para encontrar otra zona donde poder desplegar sus medios.
Todavía mantenemos la esperanza de poder encontrar a alguna persona con vida
Debido a los materiales de construcción de estas viviendas, a diferencia con otros terremotos, en este caso es muy difícil que una persona pueda sobrevivir bajo los escombros, pues se queda sin aire inmediatamente.
"Es difícil, pero todavía mantenemos la esperanza de poder encontrar a alguna persona en edificaciones donde se haya producido algún hueco de vida", cuenta el comandante Bascuas.
"Pueblos enteros han sido aniquilados"
El exministro de Turismo y actual senador marroquí, Lahcen Haddad, resume la situación que se vive en Marruecos dos días después del terremoto: "es trágico. La zona quedó devastada, pueblos enteros han sido aniquilados, las muertes superan las 2.000 personas".
En cuestión de segundos las personas perdieron sus familias, casas, animales y modos de vida y, debido a esta tragedia, la zona afectada ya se encuentra entre las más pobres de Marruecos.
Con este panorama, es complicado llegar rápidamente a las víctimas del desastre, pues las carreteras fueron bloqueadas debido a grandes rocas que se derrumbaron durante el seísmo. "Fueron necesarias varias horas para dejar pasar a las ambulancias y los equipos de rescate", explica Haddad.
Críticas a la actuación del gobierno marroquí
En muchas de estas aldeas, los vecinos se lamentan que todavía no haya llegado la ayuda oficial del Gobierno de Marruecos y que el rey Mohamed VI no haya realizado una comparecencia pública enviando sus condolencias a los damnificados.
Para Haddad, es preciso entender que se trata de una "zona montañosa y aislada", donde a algunos pueblos los socorristas tardaron 20 horas en llegar. Ahora es el ejército, la protección civil y la cruz roja quien está montando los campamentos de ayuda con tiendas de campaña, agua potable, alimentos y cuidados básicos.
"El dispositivo es eficaz", asegura, a la vez que recuerda que la evacuación de las vías tomó horas y que la ayuda llega de todos los rincones de Marruecos.
El rey Mohamed sigue de cerca la organización logística de la ayuda a la población
Así, Haddad se desmarca de las críticas al gobierno y defiende que "fue el rey quien ordenó la intervención del ejército, quien dio las instrucciones relativas al socorro y a la reconstrucción, y el rey sigue de cerca la organización logística de la ayuda a la población".
En definitiva, asegura que la comunicación es esencial, pero "es la ayuda en el terreno, la ayuda a los heridos en el terreno, lo más importante que debemos hacer ahora".