Un grupo de científicos de la Universidad de Yale (Estados Unidos) han logrado "resucitar" los órganos de veinte cerdos una hora después de que estos fallecieran. Para ello, ha desarrollado una nueva tecnología, llamada OrganEx, que que suministra un líquido que protege las células y ralentiza su destrucción una vez que muere el cuerpo.
El líquido es una solución derivada de una hemoglobina artificial -una especie de sangre artificial- con el que consiguieron reactivar algunas funciones del corazón, el cerebro, los pulmones, el hígado y los riñones de los cerdos muertos.
Aplicación para paradas cardiorespiratorias
La directora de la Organización Nacional de Trasplantes, Beatriz Domínguez, asegura que las aplicaciones potenciales de este nuevo sistema "son extraordinarias", tanto en el trasplante de órganos como en el tratamiento de la parada cardiorespiratoria.
"Este sistema podría permitir que personas que ahora no son recuperables de una parada cardiorespiratoria, pudieran serlo", explica Domínguez, que tilda a la investigación de una posible "revolución" en este ámbito.
Investigación decisiva para el trasplante de órganos
Por otro lado, también tiene una aplicación en el desarrollo de los trasplantes de órganos, especialmente en la donación en asistolia, "la donación a partir de personas que fallecen tras una parada cardiorespiratoria, lo que hace que sus órganos sean rápidamente inviables para su trasplante", detalla la directora.
Así, se recuperaría la oxigenación de órgano y, por tanto, el órgano volvería a ser útil. De esta forma, la tecnología OrganEx permitiría además tener más donantes y más órganos para trasplantes.
Una línea de investigación "prometedora"
Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, "es una línea de investigación prometedora que reta el proceso de muerte celular y, por lo tanto, reta el concepto habitual de la muerte de la persona", aclara Beatriz Domínguez.