A las cinco y media de la tarde de ayer se declaró un incendio en un edificio de viviendas de catorce plantas en el barrio de Campanar, en Valencia. El fuego comenzó en uno de los pisos de la tercera planta y en apenas media hora todo el edificio ardía. Contagiando, por culpa del viento, al bloque que estaba situado al lado.
Los Servicios de Emergencia del 112 movilizaron a todos sus efectivos disponibles, llegados desde Valencia y también desde las provincias de Alicante y Castellón. Asimismo, hasta la zona se ha desplazado la Unidad Militar de Emergencias (UME) y equipos de Protección Civil y Emergencias del Gobierno central para ayudar a los efectivos de la Comunidad Valenciana en su atención a las víctimas.
Un niño de 7 años, entre los heridos por el incendio
La portavoz del SEMES (Sociedad de Medicina de Urgencias y Emergencias) y enfermera del servicio de emergencias del SAMU -que depende de la Comunidad Valenciana-, Carmen Casal, cuenta en 'Más de uno' que su unidad se encarga de asistir a la zona donde ha ocurrido la tragedia, por lo que su equipo fue el primero en acudir al edificio incendiado.
La mayoría de los heridos son por intoxicación por el humo del incendio. En total, fueron atendidas 14 personas, incluidos seis bomberos. Dos mujeres fueron dadas de alta en el lugar, mientras que los demás han sido trasladados a diversos hospitales de la ciudad de Valencia. "Entre los heridos se encuentra un niño de siete años", detalla Carmen.
"La realidad supera a la ficción"
Dada la dimensión de los dos edificios afectados y del número de personas que había en ellos -eran bloques de 138 viviendas- los servicios de emergencias sanitarios se encuentran desbordados a la hora de atender a los afectados.
"A pesar de la formación continua y la realización de simulacros, no solamente entre nosotros sino también con otras fuerzas de seguridad y rescate como los bomberos, la realidad supera a la ficción", admite la portavoz.
Así, no sólo tienen que atender a toda la magnitud de este evento, para el cual existen medios y recursos suficientes, sino que también hay que atender a las emergencias sanitarias diarias. "La gente sigue teniendo infartos o accidentes de tráfico y a eso también hay que darle atención", cuenta Carmen quien hace hincapié en lo difícil que es decidir la prioridad.
¿Cómo se decide la prioridad en la atención a las víctimas?
A base de entrenamiento y de realizar ejercicios de simulacros, los servicios de emergencias, en situaciones como estas, realizan un triaje, mediante el cual deciden atender a la persona que tiene más posibilidades de supervivencia.
"Lo de las mujeres y niños primero se quedó en Titanic", añade Carmen. Para ello, es importante que los servicios de emergencia tengan una especialidad para poder tener una formación específica en este campo y ofrecer el mejor de sus servicios a la ciudadanía.