Oriol Junqueras, en la entrevista que ha concedido a Toni Bolaño para La Razón, ha remarcado que "no negociamos una investidura sino una solución al conflicto".
Bolaño nos cuenta como vio a Junqueras "tras un cristal, en mangas de camisa y sin un ápice de arrepentimiento". A su vez nos explica cómo fue la entrevista, "a la vieja usanza, con papel y boli".
Al preso y al periodista los separaba una mampara y se comunicaban con un teléfono y un altavoz.
"Lo vi con muchas ganas de hacer política y creo que no va a renunciar a ella", afirma Bolaño. Junqueras quiso dejar claro que para "la mesa de negociación entre gobiernos es imprescindible para que ERC apoye a la investidura" y que por su puesto, ellos nunca van a renunciar a la independencia.
Bolaño nos explica que Junqueras aprovechó la entrevista para tres cosas principalmente:
1. Enviar un mensaje al PSOE para que este vea que la negociación no va a ser gratis.
2. Enviar un mensaje a Esquerra de que la procesión va por dentro y que las relaciones son malas y peores entre los dos partidos independentistas"
3. Lanzar un mensaje a los radicales que le están criminalizando por negociar con el partido socialista.