Este próximo domingo, el 21 de enero, se cumplirán cien años de la muerte del fundador de la Unión Soviética: Vladímir Ilích Uliánov, alias Lenin. Falleció cuatro años después de regresar a Rusia junto a otros exiliados bolcheviques para unirse a esa revolución una vez caído el régimen del zar.
En cuatro años Lenin tuvo tiempo de encabezar la revolución de Octubre -la llamada también revolución Bolchevique- y de convertirse en uno de los líderes más importantes y más recordados de la historia de Rusia y mundial, pues cambió el destino del mundo.
Las Tesis de Abril: la ruptura definitiva con el gobierno provisional
Lenin era un ruso de pura estepa muy influenciado por su familia. Un hombre con estudios que sufrió un hecho que le marcó de por vida: la ejecución de su hermano por intentar atentar contra el Zar Alejandro III en marzo de 1887. Este episodio hizo que "todas sus pretensiones de cambio radical en Rusia no tiemblen", explica en 'Más de uno' el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Valladolid, Guillermo Ángel Pérez Sánchez.
Con las Tesis de Abril, Lenin marca que hay que romper definitivamente con el gobierno provisional que compartía el poder con los soviets. En ese momento proclama que "no hay vuelta a atrás" y que, cuando se diesen las condiciones objetivas, habría que dar el golpe de mano para hacerse con el poder.
Esto es lo que se ha conocido como la revolución Bolchevique y que realmente se trata de un golpe de Estado contra el gobierno provisional. "Lenin va a ser un hombre instruido, un escritor, ensayista, filósofo y un revolucionario", sin el cual no se entiende el movimiento comunista.
Con esta revolución, "marca lo que va a ser su gobierno, la dictadura del proletariado, la creación de la checa y otras muchas cuestiones", detalla Pérez Sánchez de "un revolucionario firme y poderoso" que tuvo gran éxito en sus actuaciones.
Lenin acaba con el último atisbo de libertad en Rusia
A partir de 1918, Lenin quiso hacerse con el poder a sangre y fuego. Los soviet se hacen con el poder en octubre de 1917 y aceptan la celebración de elecciones para la Duma que el gobierno provisional pensaba celebrar en noviembre de ese mismo año. Con esto, Lenin quiere ganarse el apoyo popular -pues es la primera vez que votan los rusos-, pero las elecciones "son absolutamente negativas para Lenin y sus bolcheviques" y la mayoría es para el Partido Social Revolucionario.
Esto, por tanto, significaba que Lenin tendría que abdicar de su poder y cerrar esta etapa. Sin embargo, cuando la Duma abre en enero de 1918, Lenin pretende que acepte todos sus postulados y continuar como líder único del proceso revolucionario.
Tras el rechazo de la Duma al procedimiento de Lenin, este cierra la Duma y "termina con el último atisbo de libertad en Rusia", finaliza el catedrático.