Los animales han tenido un papel fundamental en los grandes conflictos, guerras y combates que los humanos hemos realizado a lo largo de la Historia. Y, sin embargo, han sido los grandes olvidados. Ahora el libro 'Animales de combate. Ignorados por la historia a pesar de su decisivo papel en los grandes conflictos de la humanidad' escrito por David Sánchez, biólogo y divulgador científico, recoge este legado.
Cerdos incendiados para ahuyentar a los elefantes
Cuando le propusieron la idea del libro, le vino a la cabeza una de las escenas del Señor de los Anillos en la que descubren los olifantes. A partir de ahí, empezó a "tejer" la historia de los elefantes que utilizó Aníbal para cruzar los Alpes, que fue el "capítulo piloto" que David presentó a la editorial para ver si continuaban con el proyecto de crear el libro.
A los romanos se les ocurrió utilizar de una forma muy cruel a otro animal para luchar contra los elefantes del rey Pirro de Épiro -una zona que hoy estaría entre Grecia y Albania-. Así, "ante una máquina contundente en combate como era el elefante la solución fue utilizar cerdos untados en cubiertos de brea y aceite e incendiarlos y lanzarlos contra los elefantes que tenían pavor al chillido de estos animales", explica en 'Más de uno' David.
Perros kamikazes en la Segunda Guerra Mundial
Entre los animales que más se han usado en combates están el caballo, el perro y las palomas. En el caso de los perros kamikazes de la Segunda Guerra Mundial es "uno de los más crueles que he descubierto" durante la invasión alemana de la Unión Soviética. Mientras Alemania contaba con sus carros de combate, los soviéticos trataron de usar cualquier estratagema para anular el efecto de esos tanques.
Para ello, decidieron utilizar perros. Crearon una unidad domesticada en la que condicionaron a los perros a colocarse debajo de los tanques alemanes para morder un arnés que dejase libre una carga explosiva y se pudiera detonar a distancia. Sin embargo, "los perros son animales muy impredecibles" y a veces se desorientaban o no soltaban la carga.
Al final, la idea evolucionó hasta colocar los perros debajo de los tanques y simplemente hacerlos explotar, pero "la solución fue muy cruel y no muy efectiva", cuenta el divulgador.
Por otro lado, los perros también han servido en las guerras para buscar heridos, defender trincheras y algunos fueron incluso condecorados. Así, llegó un momento en el que se comenzaron a señalar como héroes de guerra, como fue el caso del Sargento Stubby, un pequeño Boston Bull Terrier que combatió junto al ejército norteamericano en la Primera Guerra Mundial.