Un 25 de enero de 1947 murió el mafioso más conocido de todos los tiempos. Alfonso Gabriel Capone Raiola, Al Capone, falleció joven, a los 48 años, después de haber salido de prisión ya en unas condiciones de salud muy precarias por culpa de la sífilis.
Durante sus últimos años sufrió una grave demencia que le impedía recordar la mayoría de episodios de su vida. De hecho, se cree que el mafioso ocultaba hasta cien millones de dólares en algún lugar que jamás se supo, pues él mismo lo olvidó.
Al Capone, la cara visible del crimen
75 años después de su muerte, recordamos la figura de Al Capone de la mano de Íñigo Domínguez, periodista de 'El País' especializado en la Mafia y que ha escrito varios libros sobre el tema, entre ellos 'Crónicas de la mafia' y 'Paletos salvajes: crónicas de la mafia II'.
Al Capone debe su fama a que consiguió hacerse con la ciudad de Chicago, "controlaba todos los negocios ilegales y la policía". Así mismo, la matanza de San Valentín fue el episodio que "fraguó su mito", explica Íñigo. En aquella matanza un grupo de mafiosos colocó a siete personas contra la pared y las ejecutó, lo que causó una grandísima impresión en la población.
A partir de ahí, el FBI le declaró enemigo público número uno y se convirtió en un personaje que ocupaba las portadas de todos los periódicos, era "la cara visible del crimen".
El cine también contribuyó a engrandecer su figura, puesto que una vez le metieron en la cárcel, hubo una explosión de películas basadas en Al Capone con las que se establecieron los mitos del cine mafioso.
La española que más alto llegó en el KGB soviético
Poca gente sabe que hubo una española que llegó a ser coronel del KGB y trabajó en los servicios secretos soviéticos hasta el año 1985. Aquella mujer se llamaba África de las Heras, aunque el nombre con el que trabajaba de forma encubierta era Patria.
Una de las personas que más ha investigado sobre su vida es Javier Juárez, autor del libro 'Patria. Una española en el KGB' (editado por Debate). "Con el nombre de Patria es como ella está enterrada en Moscú", fallecida en 1988 y considerada como la ciudadana española más condecorada por el régimen soviético.
Hasta el último día de su vida fue una persona muy comprometida con la inteligencia soviética, y "durante sus últimos años daba clases a futuros agentes de la KGB", cuenta Javier.
Aunque procedía de una familia militar de la alta burguesía de Ceuta, fue durante su estancia en Madrid en los años 30 cuando inició su conversión ideológica. Finalmente, África de las Heras se convirtió en agente del KGB durante la Guerra Civil española.
