EL REPORTERO DE LA HISTORIA

El castillo de Manzanares el Real, un emblema del poder de los Mendoza

En 'Más de uno' viajamos hasta Manzanares el Real para conocer la historia de su castillo-fortaleza, cumbre de la arquitectura militar castellana del siglo XV y un refinado palacio del Renacimiento.

ondacero.es

Madrid | 04.07.2023 12:37

España es un país lleno de castillos, torres, fortificaciones, palacios y recintos amurallados que son un claro reflejo de nuestra historia: los avances y conquistas de territorios, así como las guerras, luchas y peleas entre reyes, nobles y países.

Los castillos se abandonaron cuando dejaron de cumplir su función y, a partir de ahí, "o se transforman o mueren", explica desde el castillo de Manzanares el Real Charo Gómez Osuna, arqueóloga y divulgadora. Cuando a partir del siglo XVI la artillería cambió por completo el diseño de las guerras, muchos castillos y edificios se abandonaron.

Castillo y fortaleza de Manzanares el Real

Los objetivos de un castillo son fundamentalmente proteger un territorio y alojar a las personas que viven allí. En el caso del castillo de Manzanares el Real, este cuenta con un antemuro o muralla alrededor que dificulta el acceso a través de una única puerta que, además, está especialmente defendida por dos torreones y demás elementos.

El castillo es el emblema del poder de los Mendoza en el Real Manzanares

Sin embargo, el exterior a partir de la primera planta cuenta con unas ventanas bastante grandes para ser una fortaleza y tiene una maravillosa galería mirando hacia el Valle del Manzanares. "Es una manera de conectar con el entorno y paisaje", cuenta Charo, que explica que fue el segundo Duque de Mendoza, heredero de la obra de su padre, quien transformó el castillo en un edificio de representación familiar.

Así, el castillo de Manzanares el Real "es el emblema del poder de los Mendoza en el Real Manzanares", por lo que se sacrificó la seguridad en aras de mostrar el poder de la familia.

División del castillo por estancias y usos

Dentro del castillo se distinguen distintas estancias y usos. La parte más pública estaría representada en el zaguán o algunos grandes salones donde hacían actos sociales para demostrar el poderío. La parte privada, con los dormitorios y oratorios "donde los señores dan descanso al cuerpo y al alma", estaría restringida solo a los señores e invitados especiales.

Por último estaba la parte del servicio, en la zona baja del castillo-palacio, donde estaría la servidumbre, con la cocina, y la guardia real para proteger a los señores, sus territorios y bienes.

¿Por qué se conserva tan bien el castillo de Manzanares?

El castillo de Manzanares el Real estuvo en ruinas a principios del siglo XX hasta que la actual familia titular del ducado decidió hacer una primera restauración en 1914 que evitó su ruina y caer al suelo.

A partir de los años 60 la familia decide ceder el castillo a la Diputación de Madrid a cambio de su restauración y se puso en marcha un gran proyecto de obra, el que permitió su apertura al público. Es entonces cuando "el castillo se desescombra, se vacía interiormente, se restauran las fachadas y el interior", explica Charo.

Durante los 70 el castillo se abrió al público y hasta hoy en día. A lo largo de estos años ha cambiado la colección interior, que ha sufrido muchas mejoras e incorporaciones, pero el exterior se mantiene.

Charo Gómez Osuna, arqueóloga y divulgadora
Charo Gómez Osuna, arqueóloga y divulgadora | Onda Cero

Juan Guas, arquitecto real de enorme prestigio

Juan Guas fue uno de los arquitectos estrella del siglo XV que participó en la construcción del castillo de Manzanares y al que le acompaña todo un halo de misterio. Guas, de origen francés, empezó a trabajar en la Catedral de Toledo, donde se estrenó. "A partir de ahí, va forjándose y haciéndose un gran maestro", cuenta Laura Rodríguez Peinado, profesora titular del departamento de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid.

Uno de sus clientes principales fueron los Mendoza. Juan Guas trabajó para Íñigo López de Mendoza, segundo duque del Infantado, realizando la parte superior del castillo, una zona más aérea, palaciega y donde realiza las galerías. Entre otras grandes familias, también trabajó para los Alba y, lo más importante es que fue el arquitecto de los Reyes Católicos.

Como arquitecto real, la gran obra de Guas fue San Juan de los Reyes en Toledo, un edificio en conmemoración de la victoria de los Reyes Católicos en Toro y que se pensaba que sería el lugar de enterramiento de los reyes. Luego, sin embargo, tras la conquista de Granada, sus sepulturas se ubicaron en la ciudad andaluza.