El 24 de agosto del año 79 después de Cristo, la ciudad de Pompeya y sus 12.000 habitantes quedaron sepultados por la lava y las cenizas que arrojó el volcán Vesubio. Bajo ese manto, quedaron intactas casas, animales, personas... Dieciséis siglos después, a mediados del XVIII, el rey Carlos III encargó a un ingeniero militar, Rocco Gioacchino de Alcubierre, que buscase tesoros en aquella zona de la que ya se tenían noticias de hallazgos de obras antiguas para decorar sus palacios. Ahora, casi 300 años después de que Carlos III comenzase esas excavaciones, siguen apareciendo tesoros. Hablamos en Más de uno con Pedro Huertas, divulgador, arqueólogo y guía del museo 'Cartagena Puerto de Culturas', sobre los nuevos hallazgos y sobre la historia de la ciudad sepultada bajo las cenizas.
Huertas explica que este nuevo hallazgo es un pilentum, un tipo de carro romano especial, utilizado especialmente para las ceremonias religiosas o para bodas. Señala que está decorado con escenas eróticas, lo que lleva a pensar que "podría ser un carro destinado únicamente al culto a la diosa Venus". Además, recuerda que unos meses antes se habían hallado en esa misma zona, conocida como villa de Civita Giuliana, los cuerpos de unos caballos, aún con los bocados puestos. Según explicó el director del parque arqueológico de Pompeya, podrían haber estado preparándose para hacer algún tipo de ceremonia cuando les pilló la erupción del Vesubio.
La erupción no fue en agosto, sino en octubre
Asimismo, relata que ahora los arqueólogos más expertos han determinado que la fecha de la erupción no fue en agosto, sino que ocurrió el 25 octubre. Huertas explica que esto ha podido conocerse porque se han encontrado carteles electorales en las paredes que indican que fue mucho más tarde de lo que pensábamos.
Además, comenta que hace unos meses también apareció una taberna dentro de Pompeya, que era una especie de comida para llevar, con una barra para recoger tus alimentos y una zona con bancos corridos para sentarse y asegura que siguen apareciendo muchas cosas que no conocíamos, a pesar de que muchas de estas zonas están muy explotadas.
Cómo es el proceso de excavación
Respecto al proceso de la excavación, indica quese debe llevar a cabo con mucha paciencia. "Hay que hacer una labor de colaboración con los restauradores para sacar las cosas lo mejor posible, especialmente cuando es algo único que es la primera vez que aparece", asegura. La labor es más ardua todavía cuando se debe mantener vigilancia 24 horas, especialmente en zonas donde la gente va a robar con detectores de metales. "Hay países como Gran Bretaña donde no hay una regularización del uso de estos materiales en excavaciones arqueológicas. Sin embargo, en España no está permitido usar detectores de metales y está muy vigilado el tema", concluye.