Con Ana Moreno Garrido, doctora en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid y autora del libro 'Historia del Turismo en España en el siglo XX' y Luis Reyes, periodista divulgador de Historia, repasamos en Más de uno la Historia del turismo en España y analizamos qué habría que hacer para seguir siendo una potencia en este ámbito.
¿Cuándo se comenzó a ir a las playas?
Moreno explica que la salud está relacionada con el agua y a finales del siglo XIX y principios del XX, se empezó utilizar la hidroterapia en los literales de interior, aunque más tarde, "el mar se empieza a concebir como un balneario al aire libre". Aunque recuerda que recomendaban no pasarse de los 10-15 minutos en el agua y prácticamente vestido porque, además de la mentalidad de la época, el agua en el Cantábrico estaba muy fría.
"El gran avance fue que se viesen pies y tobillos descalzos"
Asimismo, la doctora en Historia apunta que "a finales del siglo XIX y principios del XX, el baño estaba considerado como algo voluptuoso" y comenta que los hombres aprovechaban para mirar a las mujeres, ya que "el gran avance fue que se viesen pies y tobillos descalzos".
¿Cuándo se convirtió el turismo en la actividad económica principal?
Aunque fue después de la Primera Guerra Mundial cuando las clases medias comenzaron a acudir a las playas, no fue hasta el franquismo, con el plan de estabilización económica de 1959, cuando se convirtió en la actividad económica principal.
¿Qué le falta al turismo español?
Por otro lado, Ana Moreno Garrido sostiene que el "turismo de España seguirá siendo de sol y de playa", pero alega que "hay que cuidar ese modelo turístico" y aconseja que "disfrutemos del poder del agua".
El veraneo fue un invento de los reyes
Por otra parte, Luis Reyes afirma que el veraneo fue un invento de la reina Isabel II con sus viajes a San Sebastián y Santander y popularizando el norte entre la alta sociedad. Aunque previamente hubo un intento de ir a Cataluña, pero el Gobierno liberal se pensaba que estaba yendo a conspirar.
Los lugares de vacaciones, peligrosos para monarcas y presidentes
El periodista también comenta que los lugares de vacaciones fueron espacios a veces peligrosos para los monarcas y presidentes. Por ejemplo, a Cánovas lo asesinaron en un balneario, Amadeo de Saboya casi se intoxica en un hotel y a Franco le pusieron una bomba en el palacio de Ayete en 1962, pero se libró por que se marchó a pescar en el Azor.
La historia de la casi muerte de un rey en un palacio recién pintado
Javier Cancho nos cuenta la historia de lo que le ocurrió a Amadeo de Saboya cuando estaba de vacaciones en Santander en el año 1872 y estuvo a punto de morir dos veces.