Historia de qué fue de Baby Jane
Casi cada semana alguien anda preguntando por ahí: ¿Sabes de alguna serie buena? Durante los próximo minutos no vamos a hablar de series, sino de una película de culto.
¿Se atreverían ustedes a presenciar un duelo de gárgolas en las tinieblas? Si se atreviesen, vayan programando un visionado de una película que posiblemente sea una de esas que deberían verse antes de morir. Bette Davis y Joan Crawford sólo trabajaron juntas una vez. Sólo una. Y no resultó fácil que así fuera. Antes de aquel rodaje, el productor Jack Warner le dijo al director Robert Aldrich que no daría ni un centavo por ninguna de esas dos zorras acabadas, refiriéndose -de ese modo tan esquivamente afectuoso- a las dos veterana actrices. Ese era el tono de Hollywood. El rodaje empezó con poco rumbo, porque se destinó escaso dinero. Pero, Aldrich era un director astuto. Había aprendido de dos maestros como Chaplin y Renoir. Y fue consiguiendo que la Warner dejase de ver aquella película como un incordio para ir considerándola una oportunidad para el género de terror psicológico.
Esta tenebrosa melodía es lo que resuena en la cabeza de Baby Jane cuando se fija en una vieja muñeca infantil, una de esas muñecas que parecen figuras de cera y que pueden llegar a dar escalofríos al observarlas de cerca.
Qué fue de Baby Jane es la historia de las hermanas Hudson, dos viejas actrices que viven en una depauperada mansión de Los Ángeles. Baby Jane fue una estrella infantil de vodevil, pero al crecer, su carrera no se sostuvo. En cambio, su hermana Blanche tuvo una exitosa carrera como actriz en la gran pantalla. En la cima de su popularidad, Blanche sufrió un accidente que la llevó de la cima a sima, a una silla de ruedas. ¿Tuvo algo que ver Baby Jane con aquel percance? ¿Qué relación tuvieron las hermanas desde entonces, compartiendo la misma casa?
Había ratas en el sótano y una hermana le había puesto una rata a la otra en su bandeja del desayuno.
De la película no desvelaremos más detalles, del rodaje hay que decir que resultó mucho más terrorífico que la trama. Los camerinos de ambas tenían exactamente el mismo tamaño y estaban situados uno frente al otro, a la misma distancia del plató para que ninguna sintiera que estaba siendo peor tratada. Durante la filmación, ambas se comportaron de un modo exquisitamente profesional, pero al apagarse las luces del plató, entonces, las dos pasaban a comportarse como contumaces asesinas a punto de consumar sus crímenes. Entre ambas había un odio que rezumaba sangre. Y luego se daba la circunstancia de que ambas eran alcohólicas. La pelea se puso definitivamente flamíguera cuando Bette Davis fue nominada a los Oscar mientras que Joan Crawford no. Crawford perdió primero, Davis perdió después.
El Oscar a la mejor actriz se lo dieron a Anne Bancroft. Pero no podía recogerlo porque estaba rodando, así que quien subió al escenario a recoger la estatuilla en su nombre y soltar un discursito fue... ¿quién?... quién imaginan... No fue Bette Davis, que estaba en su butaca asumiendo primero que no había ganado y asumiendo justo a continuación que el protagonismo se lo llevaba la no nominada Joan Crawford su maldita compañera de rodaje.
Se dijeron de todo, tanto en privado como en público. Bette Davis dijo que Joan Crawfod se había acostado con toda la Metro-Goldwyn-Mayer menos la perra Lassie. Cuando Crawford falleció en 1977, Davis la despidió a su modo: "Nunca hay que decir cosas malas sobre los muertos, dijo, solo buenas... así que diré que Joan Crawford ha muerto... ¡vaya, qué bien!" Antes de todo aquello Bette Davis reconoció una vez "Nunca lo he pasado mejor que cuando empujé a Joan Crawford por las escaleras durante el rodaje. Durante el rodaje de Qué fue de Baby Jane, una película con crítica a lo que era y es la industria del cine.