Puede decirse que Amadeo de Saboya lo tuvo todo en contra para ser rey de España. Recuerden que antes de empezar a reinar, para abrir boca, ya se habían cargado a su valedor, al general Prim. Amadeo estaba casado con Victoria Enriqueta Juana dal Pozzo, princesa de la Cisterna. Y hubo chirigota con el título que la reina traía consigo. De la Cisterna.
El día de los hechos lo que hubo fueron llantos. Habían llevado al rey de vacaciones a Santander. Lo alojaron en el palacio de la Aduana, que estaba recién pintado, y estaba tan pintado que por la noche el rey se intoxicó con las emanaciones de los gases de la pintura y tuvo que salir desesperado al aire libre tosiendo y llorando. Esto le sucedió unos días después de que hubiera sufrido un atentado en la calle Arenal de Madrid.
En una crónica del 20 de julio de 1872, el corresponsal del diario londinense The Times, contaba que se llevaban al rey a Santander donde allí sí contaba con admiradores. Y los admiradores debieron ordenar pintar con tanto ahínco el palacio donde iban a alojarle que - el rey se intoxicó.
Benito Pérez Galdós presenció la entrada en Madrid de su majestad el Saboya. Y Galdós escribió textualmente lo siguiente sobre Amadeo en los Episodios Nacionales: "A todos resultó don Amadeo gallardo, y animoso hasta la temeridad. Temerario fue cuando estando el rey Amadeo en Santander, y habiéndose repuesto de la intoxicación de pintura, zambulléndose en el Sardinero, tuvo la ocurrencia de nadar hasta a fragata Victoria, que montaba guardia en mitad de la bahía. Desde la arena, la fragata parecía que estaba cerca, pero en el mar quedaba lejísimos. Y el rey casi se ahoga nadando hasta el buque. A donde le subieron tosiendo de nuevo".
Verano de 1897. El presidente del gobierno español Antonio Cánovas del Castillo es asesinado por un anarquista italiano. Después de haber despachado en San Sebastián con la reina regente María Cristina, Cánovas pasaba unos días de descanso en el balneario de Santa Águeda, en Guipúzcoa. Cánovas está considerado el político español más influyente de la segunda mitad del siglo XIX. Fue él quien convenció a las fuerzas vivas -de aquel tiempo- de que la vía para lograr cierta estabilidad era el regreso de la dinastía borbónica. Aquel día, Cánovas después de misa, se sentó en un banco junto a la puerta del balneario y se puso a leer la prensa. Cerca de la una del mediodía, se le acercó un tipo y le pegó tres tiros.
La antes reina regente María Cristina, con la que Cánovas despachó, antes de que a él le despacharan a tiros…María Cristina despechó todo lo que pudo a la prometida de su hijo Alfonso XIII. Como la joven era anglicana y María Cristina era desagradable la hostigaba cuando ambas tomaban el té en una mansión de veraneo donostiarra, en el palacio de Miramar, con vistas a la playa de la Concha. El rey Alfonso XIII la había conocido en Buckingham Palace, en un baile.
Aunque, su noviazgo se oficializó en Biarritz, que era algo así como un balneario regio. Una española que fue emperatriz de Francia, María Eugenia de Montijo, tuvo en Biarritiz un palacio que terminó siendo alojamiento áulico para la corte que acompañaba a Sissi, que fue emperatriz de Austria. También veraneó por allí el rey Eduardo VII de Inglaterra. Fue aquel el hotel escogido por Macron para acoger al G-7, hace un par de años. Si tienen interés en dormir allí, ahora mismo hay habitaciones disponibles a algo más de 600 euros la noche. Pero, no son las que disfrutaron emperatrices y reyes.