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El mapa interactivo de la mueca sonora

Puede saberse lo que sentimos en función de nuestras interjecciones.

Javier Cancho

Madrid | 04.04.2019 11:36 (Publicado 04.04.2019 11:25)

Nadie duda de que cuando se siente miedo el gesto de la cara se transfigura. La emoción incide en la gestualidad. Pero, también en el sonido. En historiaD, con Javier Cancho. hoy, historia de la mueca sonora.

Los sentimientos que tenemos pueden detectarse en función de las interjecciones que emitimos a veces sin poder contenerlas. La sorpresa, el pánico o el placer tienen sus propios sonidos. Para los seres humanos, las vocalizaciones emocionales son indispensables. Y aún siendo muy particulares, muy propias de cada uno, cualquiera sería capaz de reconocer 13 emociones concretas en los demás sólo a través del sonido.

Lo mismo que podemos reflejar el gesto de asco en la cara si nos piden que pongamos gesto de asco, lo mismo pasa con el sonido. Podemos emitir sonidos con los que tratar de representar determinadas sensaciones. De hecho, resulta posible estructurar el reconocimiento de las emociones a partir de ese tipo de vocalización. En Estados Unidos han hecho un mapa emocional con sonidos.

Ese estudio ha cuantificado el número de emociones distintas que pueden expresarse con la voz, son 24 tipos distintos de sensaciones transmitidas con la mueca sonora. El lenguaje es la diferencia cualitativa de lo humano. Pero, la capacidad de experimentar y transmitir emociones no es exclusiva de nuestra especie. La biología evolutiva y las ciencias del comportamiento han demostrado que nuestro sistema nervioso tiene impactantes similitudes con otros animales, sobre todo con los mamíferos.

El sentimiento de justicia en los monos capuchinos. Estos monos se niegan a cooperar cuando sienten que se les ha tratado injustamente. Así lo acreditó un estudio del Centro de Primates de Atlanta. Los científicos emprendieron un experimento en el que daban trozos de pepino a un grupo de capuchinos a cambio de que recogieran fichas plásticas del suelo. En un momento dado, a uno de ellos, uno de los investigadores le premiaba con una uva, que es un alimento que los primates aprecian bastante más que el pepino. Inmediatamente después el resto se negó a seguir colaborando. Incluso algunos lanzaron los trozos de pepino a la cara de los científicos.

Un estudio publicado en Science demostró que los topillos son capaces de darse cuenta cuando sus iguales están sufriendo, ofreciéndoles consuelo. Aunque también existe el sentimiento de venganza: en 2016 una manada de elefantes invadió la población de Ranchi en la India, por la muerte de una de sus integrantes.

El sentimiento del amor. Los guacamayos son fieles a su pareja de por vida. Los guacamayos son criaturas especialmente frágiles ante la pérdida de esas parejas. Si uno de los dos muere súbitamente, al otro le resulta muy difícil soportarlo: y con frecuencia deja de comer y se debilita. Pierden su fuerza y no consiguen sostenerse agarrados de los acantilados donde habitan y caen al vacío, y mueren contra las rocas.