CON JAVIER CANCHO

Historia del Antropoceno, en los albores de una nueva época

Hay un dato al que -quizá- se dedica poca reflexión: más del 99% de las especies que han existido en la Tierra desde el origen de los tiempos ya han desaparecido.

Javier Cancho

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Qué pasaría en la Tierra si los humanos desapareciéramos. Esta es la pregunta que plantea Duncan Geere, un periodista especializado en análisis de datos. La cuestión ya no es de dónde venimos sino cuándo nos iremos. Y tratando de encontrar respuestas, BBC Science Focus Magazine analiza un horizonte muy incierto: el horizonte de nuestra supervivencia como especie.

La influencia del Homo sapiens en el planeta Tierra ha alcanzado tal nivel que ha llegado a definir el actual tiempo geológico. Resulta casi imposible encontrar un lugar en el mundo que no hayamos manoseado. Desde el plástico en el fondo de los océanos hasta la contaminación del aire en la atmósfera superior, nuestros desperdicios lo están llenando todo. La gota que colmará el vaso será una gota sucia. Tarde o temprano la humanidad tendrá que enfrentarse a algo más complicado que cualquier otra adversidad que se haya encontrado en su camino de 300.000 años de existencia. Tarde o temprano la humanidad tendrá que enfrentarse a su propia extinción. Para parte de la comunidad científica la cuestión ya no es si nos extinguiremos, la pregunta es cuándo llegará ese momento. Y ahora, en tiempos pandémicos, recobra intensidad una frase pronunciada en 2010 por Frank Fenner. Fenner fue un eminente virólogo australiano que contempló la más que probable desaparición de la humanidad durante el próximo siglo. Lo que se barrunta es un cambio catastrófico a gran escala porque estamos quebrando los equilibrios, desplazando los límites naturales del planeta.

Qué pasará cuando nos hayamos extinguido. El profesor Alan Weisman escribió que finalmente la naturaleza descompondrá todo lo que hemos creado. Y lo que no pueda descomponer quedará sepultado bajo tierra. Analizando los datos de nuestros residuos, el periodista Duncan Geere dice que todo lo que quedaría de la humanidad sería una fina capa de plástico, isótopos radiactivos y huesos de pollo, porque matamos 60.000 millones de pollos al año. Aunque, serían los insectos los mayores beneficiados de nuestra ausencia. Si no hay humanos, no hay pesticidas. Si no hay pesticidas, los insectos dejarían de morirse como se están muriendo. Y los insectos tienen una capacidad de adaptación mejor que la de cualquier otra criatura en el planeta, excepto los microbios. Ya saben... los virus son un tipo de microbio. La extinción de los humanos tendría consecuencias en la red alimentaria durante al menos 100 años, antes de que se estableciera la verdadera nueva normalidad. Aunque seguiría siendo una normalidad contaminada, porque los gases de efecto invernadero que hemos bombeado a la atmósfera tardarían decenas de miles de años en esfumarse. Mientras que entre nuestros legados más duraderos quedaría la cerámica, las estatuas de bronce o el monumento del Monte Rushmore. También quedaría parte de la cultura que hemos transmitido al espacio. Por ejemplo, quedaría la radio.

Esta señal de radio de Buenos Aires cumple 100 años, fue transmitida en 1920. Algún día, algún ser, escuchará la señal de radio de este programa a unos cuantos cientos años luz.