CON JAVIER CANCHO

#HistoriaD: Un atraco, hace 100 años

Javier Cancho narra en 'Más de uno' cómo sucedió el atraco a la sucursal del Banco de España en Gijón. Los periódicos de la época lo titularon como el atraco más grande jamás contado.

Javier Cancho

Madrid | 21.02.2023 13:34

Así sonaba la vida hace 100 años en la calle Jovellanos de Gijón. Mientras el atraco transcurría, nadie fuera se percató de lo que estaba pasando.

Puertas adentro, en la sede del Banco de España, cinco hombres armados se apoderaron de un saco con monedas de plata; pero, como pesaba demasiado se centraron en los billetes. Tratando de evitar que se llevasen tanto dinero, el director de la sucursal, Luis Azcárate, forcejeó con uno de los asaltantes. Una bala le atravesó la cabeza. Azcárate moriría unas horas más tardes. Con el botín en sus manos, huyeron en un vehículo que les esperaba en la calle contigua.

En cuanto comenzó a funcionar el motor, el automóvil salió a gran velocidad, según los testigos. A gran velocidad, entendiéndola en las percepciones que había hace 100 años.

Huyeron en un coche de color gris, matrícula O-434. Durante la fuga se toparon con una guardia municipal al que se le encasquilló la pistola. El policía no pudo pegar ni un solo tiro. Los atracadores, en el coche, disparando sus pistolas, tomaron la dirección de Oviedo.

El diario EL COMERCIO calificó lo ocurrido como sensacional. Se escribió que fue un atraco audaz dentro del Banco de España. La cantidad era mareante: 565.525 pesetas. Tengan en cuenta que unos buenos zapatos, hace 100 años, costaban 40 pesetas, un menú en el selecto Club de Regatas no llegaba a ocho pesetas. Por un kilo de bonito se pagaban 3 pesetas. En 1923, el primer premio de la Lotería Nacional era de 10.000 pesetas al décimo. Lo sustraído, superaba -de largo- el medio millón.

Durante varios días permanecieron ocultos en una pensión. Pero, fueron descubiertos. Hubo huida entre las azoteas del centro de Oviedo. Y hubo tiroteo, un sargento de la Guardia Civil resultó herido. Uno de los atracadores murió, uno llamado Eusebio. El resto de la banda fue detenida. Eran Buenaventura Durruti, de León, apodado Boina; también de León, Gregorio Martínez Gazán, apodado Totó; Rafael Torres Escartín, de Huesca; Aurelio Fernández, apodado el asturiano; y el chófer García Vivancos. Todos eran anarquistas.

Buenaventura Durruti fue uno de los grandes líderes de la CNT. Su banda se hacía llamar Los Solidarios.

Doce días después del atraco, el capitán general de Cataluña, Primo de Rivera, con el beneplácito del trono, dio un golpe de Estado imponiendo a la nación el mando de un directorio militar. Hubo confusión y conflicto, que aprovecharon los anarquistas del atraco de Gijón para huir a Argentina. A partir de entonces, Durruti forjó su leyenda como anarquista indomable durante la Segunda República y la Guerra Civil.