Para algunos es posible que Lazzaro Spallanzani tenga nombre de lateral zurdo de la Fiorentina. Pero, en realidad, Spallanzani fue diestro en asuntos relacionados con el origen de la vida.
Siendo sacerdote, también fue fisiólogo, emprendiendo diversos estudios sobre fecundación. Estudiando la fecundación, Spallanzani decidió experimentar. En su caso, parece que experimentó con probetas.
En 1784, Spallanzani ideó una técnica para inseminar artificialmente perros, ranas e incluso peces. Fue él, siendo sacerdote, fue él quien demostró la importancia del espermatozoide.
Siguiendo la estela de Spallanzani, el doctor Lister se tomó la molestia de tomar esperma de un gallo para tratar de fertilizar un huevo, fuera del cuerpo de una gallina. Pero, claro, no funcionó.
De dentro de un huevo de gallina salió una vez Salvador Dalí haciendo una performance. Después tampoco funcionó de un modo divulgativo la surrealista explicación que Dalí dio a un periodista sobre lo que es el ADN, la molécula que contiene la información de la vida.
Veinte años antes de que Dalí naciera, en 1884, el médico estadounidense William Pancoastinyectó esperma de uno de sus estudiantes en una mujer anestesiada.Lo hizo sin el conocimiento de ella.
Sí estaba al tanto su marido, un tipo que tenía problemas de esterilidad. A los nueve meses, de la maniobra encubierta, aquella mujer estaba pariendo sin que nadie le hubiera explicado la verdadera naturaleza del proceso.
El experimento de Pancoast permaneció en secreto durante 25 años. Cuando Pancoast murió, el donante de esperma confesó lo ocurrido en una carta enviada a la revista especializada Medical World.