CON JAVIER CANCHO

#HistoriaD: Un diagnóstico de finales del siglo XVIII

Recorriendo la historia de la medicina, hoy, nos planteamos: ¿ha cambiado el cáncer en los últimos 200 años? ¿Cómo está evolucionando esa enfermedad? Para saberlo hay que revisar lo que sucedió hace algunas centurias. Con Javier Cancho, historia de un diagnóstico de finales del siglo XVIII.

Javier Cancho

Madrid | 20.06.2023 12:06

El monarca absoluto Jorge III de Inglaterra lo tenía todo…todo menos la paz mental, carecía de equilibrio. Los ingleses también perdieron América. Y esa pérdida turbaba la tranquilidad del rey.

En 1776, John Hunter fue designado médico del rey Jorge III de Inglaterra. Hunter fue un ilustre. Uno de aquellos que con sus aportaciones influyó en la transformación de la medicina en una ciencia moderna. Hunter arriesgó con la experimentación. Se inoculó a sí mismo el virus de la gonorrea cuando escribía un libro sobre enfermedades venéreas. Su legado se conserva en el Real Colegio de Cirujanos de Londres. Y allí, hoy, pueden contemplarse sus coloridas anotaciones. Entre ellas está la historia de un diagnóstico clave para sacar conclusiones muy reveladoras de cómo ha cambiado la enfermedad que más miedo infunde.

Las anotaciones de Hunter describen el caso de un hombre que llegó al Hospital de St George en 1786.

El paciente presentaba una hinchazón muy visible en uno de sus muslos. Hunter escribió: tiene un "tumor tan duro como el hueso". En sus anotaciones también puede leerse: “parece un espesamiento del hueso, que crece muy rápido; al examinar lo que está enfermo, se nota una sustancia que rodea la parte inferior del hueso del muslo. Lo que hay ahí dentro, sin duda, es de la familia de los tumores, y parece originarse en el propio hueso.

Hunter amputó la pierna del paciente y el enfermo se recuperó durante cuatro semanas. Pero, finalmente murió casi dos meses después de la operación. La autopsia descubrió que los tumores óseos se habían extendido a los pulmones, al revestimiento del corazón y a las costillas. Aquel diagnóstico de osteosarcoma, hecho por Hunter en el XVIII, mostraba descripciones coincidentes con lo que hoy sabemos del comportamiento de la enfermedad.

Más de 200 años después de aquello, con tecnología puntera, se analizaron muestras de tejidos de aquel paciente de 1786 conservadas en el expediente clínico creado por Hunter.

El tratamiento que se dio al enfermo en el siglo XVIII siguió pautas similares a lo que se habría hecho hoy en día. Los médicos de hoy confirmaron el diagnóstico, pero encontraron algo más: el equipo de especialistas en cáncer que analizó el caso consideró que las muestras -que Hunter guardó- pueden dar pistas de cómo está cambiando esa enfermedad con el transcurrir del tiempo.

Los investigadores siguen comparando otras muestras históricas con tumores contemporáneos, con análisis microscópicos y genéticos, para ver dónde están las diferencias. Para tratar de tener todas las perspectivas de la evolución del cáncer a través de los últimos 200 años. Lo interesante está en poder vincular factores relacionados con el estilo de vida con las diferencias que se están encontrando entre los cánceres antiguos y los actuales.