CON JAVIER CANCHO

#HistoriaD: El teatro anatómico de Padua

Javier Cancho recuerda el aniversario de un lugar crucial para el desarrollo de la medicina moderna. Se cumplen 800 años del nacimiento de la Universidad de Padua.

Javier Cancho

Madrid | 03.10.2023 13:20

Desde el siglo II después de Cristo y hasta el final de la Edad Media se consideró constatado que, por dentro, los humanos éramos iguales que los monos. Ese fue el punto de partida anatómico que estableció el médico Galeno de Pérgamo. Él fue la máxima autoridad en medicina en Europa occidental y Bizancio. Sin embargo, Galeno nunca diseccionó cuerpos humanos. No lo hizo por tabúes religiosos. De modo que sus disecciones de monos guiaron la práctica de la medicina durante 1.400 años.

Podemos asegurar que la medicina vivió en un clamoroso error durante un milenio y medio. El cambio llegó con el nacimiento de la universidad de Padua, hace ahora 800 años. En Padua, fue entretejiéndose el ambiente propicio par una medicina nueva. Se dieron pasos pequeños, al principio. El gran salto fue en el siglo XVI.

En la Universidad de Padua se construyó el primer teatro anatómico permanente de la historia. Fue en el Hospitium Bovis, en una de las construcciones más sorprendentes del Renacimiento en Padua.

Es una estructura de madera con forma de cono inverso, como un embudo, con planta elíptica, y con seis órdenes concéntricos de peldaños que se elevan alrededor de la mesa de anatomía. Los balaustres del anfiteatro son de madera de nogal tallado. Allí, la lección de anatomía transcurría a la luz de velas y antorchas. El lugar, hoy, permanece casi intacto respecto a cómo fue. Búsquenlo en internet, es un espacio insólito. El profesor mostraba un cadáver por dentro ante la mirada de los alumnos, sentados en las gradas, aguantando olores hediondos. Las galerías de las gradas están llenas de estrechos bancos corridos para que los alumnos se sentaran. Eran angostos para que, si se desmayaban ante lo que estaban viendo u oliendo, no cayeran al suelo. Una orquesta de violín tocaba desde la grada más alta para hacer el ambiente menos nauseabundo.

Libertad de enseñanza e investigación. Ese lema fue elegido en la Universidad de Padua hace ya algunas centurias. Allí se congregaron algunos de los mejores profesores de toda Europa. Durante el Renacimiento, Galileo enseñó matemáticas en esta universidad y desde allí difundió su nuevo método cuantitativo, que influyó profundamente la medicina.

William Harvey estudio medicina en Padua. Él fue quien describió por primera vez el sistema circulatorio de la sangre humana. Santorio, también en Padua, fue quien inventó el termómetro. Giovanni Battista Morgagni fundó la anatomía patológica moderna en el siglo XVIII.

Todo eso fue en la Universidad de Padua. Un lugar que acaba de cumplir 800 años de historia. De una historia muy vinculada a la ciencia.