Historia de un matrimonio de 80 años
John tiene 106 años, que son los años que está a punto de cumplir Charlotte. John y Charlotte llevan casados desde la década de los 30. Y acaban de celebrar su aniversario.
John y Charlotte Henderson se conocieron allá por el 34 en la Universidad de Texas. 1934 fue el año en el que en Alemania, reguló por decreto ley, la mejora de la raza, mientras en Estados Unidos Alex Raymond creaba un personaje llamado Flax Gordon. Durante el 34 en España Juan de la Cierva hizo una prueba de despegue y descenso de su autogiro en la cubierta del portaviones Dédalo en Valencia. Ese mismo año, De la Cierva sobrevoló la ciudad de Madrid con su nave de ala giratoria. Aquello era modernidad de la buena en pleno 34 si la comparamos con la designación como rey de Bélgica de Leopoldo III, el nieto de Leopoldo II que fue uno de los mayores genocidas de la historia. Y todo esto pasaba…en aquellos días en los que en la Universidad de Texas John y Charlotte se estaban enamorando.
John le ha contado al Washington Post que uno de sus recuerdos anteriores a Charlotte, fue cuando su vecino trajo a casa de sus padres una radio. Él tenía ocho años y la antena de aquella radio llegaba hasta el techo.
El primer techo que la pareja compartió fue el de una habitación de hotel que les costó 7 dólares, era su noche de bodas, había comenzado su luna de miel.
Su historia ha llamado mucho la atención en los tiempos de lo efímero, en la época de la modernidad líquida. Cómo lo habéis conseguido, se les preguntaba esta semana. Se les pedían respuestas sobre cómo han sobrevivido al matrimonio y a la vida.
Los primeros días de su enamoramiento transcurrieron después de una clase de zoología. El orden alfabético de sus apellidos les sentó juntos. Antes, a comienzos de la década de los 30, John se había mudado a Austin para ir a la Universidad. Alquiló una habitación en una casa que estaba al lado de una cuadra donde los vecinos no tenían radio, pero tenían vacas y gallinas. Charlotte creció rodeada de vacas y gallinas, pero en Iowa. Charlotte se mudó a Texas después de una tragedia familiar. El marido de su hermana, que era militar, se estrelló en un accidente aéreo. Si no se hubiera estrellado, Charlotte nunca hubiera conocido a John. Son muchas las ocasiones en las que la vida es influida por la muerte. Charlotte se mudó a Austin para vivir con su hermana que era a la vez viuda y veinteañera. Esa situación y la Gran Depresión influyeron en que Charlotte y John prolongaran su noviazgo más allá de cinco años. El día de su boda, sólo asistieron a la ceremonia dos invitados. Ahora, hay bodas con enlaces que duran menos de un suspiro después de que lo hubieran celebrado más de dos centenares de emperifollados invitados.
¿Han reparado en el concepto emperifollado? Emperifollarse es un término que proviene del ‘perifollo’ que es una planta herbácea parecida al perejil que en su tiempo se utilizó en la alta cocina francesa porque resultaba muy aromática. Decían los franceses que desprende un aroma a mixtura entre el perejil y el anís. Ahora ya casi no se toma anís. En ocasiones, la modernidad líquida también tiene ventajas.
John bebió whisky, Charlotte no tomó nada de alcohol...el día de la noche de bodas en San Antonio, Texas, en una luna de miel en una sola fecha y para toda una vida. Ambos dicen que el secreto de su longevidad es no haber bebido casi nunca. El de su matrimonio, quién lo sabe. Rastreando sus biografías nos encontramos con un detalle: no han tenido hijos. Ellos dicen que sólo ha sido por haberse tratado con cordialidad, con respeto.