Historia del punto
Hubo un tiempo en el que nadie esperaba comprender un texto en la primera lectura. En los antiguos manuscritos todas las frases se escribían juntas. Era el scriptio continua.
Aristófanes fue el quinto guardián de la Biblioteca de Alejandría. Lo fue unos 200 años antes de Cristo. Y fue Aristófanes el primero en plantearse la necesidad de respirar mientras se lee un texto. Con ese propósito fue inventado el punto. Fue en aquel instante cuando el punto comenzó a tener suma importancia, hasta el punto de llegar a cambiar el curso de la historia en unas cuantas ocasiones. Acuérdense del episodio atribuido a Carlos I, cuando el emperador fue requerido para una decisión crucial acerca de un ilustre reo. Y en su sentencia el monarca quiso decir: "Perdón imposible, que cumpla su condena". Eso es lo que quiso decir, pero lo que escribió fue "Perdón, imposible que cumpla su condena". Eran las mismas seis palabras, pero la coma cambiaba por completo el sentido de la decisión.
Con este ejemplo podría llegar a pensarse que fue la coma la que indujo al error a Carlos I. Cuando -en realidad- los signos de puntuación son el hilo de Ariadna dentro del laberinto, porque el lenguaje es un mundo en sí mismo, un mundo en el que la mayoría de los signos que utilizamos hoy fueron tallados en plomo hace ya 570 años. Aquello sucedió con la llegada de la imprenta en 1450, en el siglo XV. Y aquel sistema de puntuación se mantuvo sin alteraciones durante un puñado de centurias. Pero, algo ha cambiado en los últimos años.
El aire de lo nuevo está removiendo la solidez del plomo tipográfico de Guntenberg. Y la mueca de esa metamorfosis son los emojis. Los dichosos simbolitos se han convertido -para muchos- casi en un medio de comunicación en sí mismo. Los emojis son directos, sencillos, expresivos. Son casi casi un medio de comunicación; pero sólo casi porque resulta imposible comunicarse únicamente con emojis, a menos que la aspiración sea una conversación de rudimentaria a muy rudimentaria.
Si hablamos del código morse, es posible que a la inmensa mayoría les suene a algo más que rudimentario. Ya saben que es un alfabeto que consiste en combinaciones de puntos y guiones. De nuevo el punto como vía de comunicación. Y de nuevo un ejemplo de su trascendencia en la historia.
Uno de los primeros usos de la señal Morse, un mensaje SOS, fue enviado desde el Titanic mientras su sala de máquinas se llenaba de agua. La persona que envió ese mensaje desesperado podría haber evitado la tragedia si no hubiera pasado por alto un mensaje anterior, también escrito con puntos y guiones...un mensaje en morse de otro barco que advertía al Titanic de la presencia de hielo.
Otro viaje nos conduce al siguiente punto. Es el de la sonda espacial Voyager 1. Cuando la Voyager 1 estaba a una distancia récord de la Tierra, a casi 6.000 millones de kilómetros, cuando estaba a punto de abandonar el Sistema Solar...la NASA transmitió instrucciones a la sonda para que hiciera una fotografía al planeta Tierra. Y en esa foto lo que se ve es nuestro mundo como un pequeño punto azul en una vasta extensión de espacio negro.