Historia del cuadro que ocultaba un ataúd
Año 1865, Millet -el pintor francés- cuenta que el Ángelus es un cuadro inspirado en cómo se trabajaba el campo. La obra parte de uno de sus recuerdos: el de cuando oía tocar la campana y veía que todos dejaban lo que estaban haciendo para ir a rezar por los muertos.
Un hombre y una mujer rezan el ángelus, es la oración que recuerda el saludo del ángel a María durante la Anunciación. Millet explicó que la génesis del cuadro fue un recuerdo de su infancia y no la voluntad de exaltar un sentimiento religioso.
En el primer plano del lienzo, en medio de una inmensa y desierta llanura, se ve a la pareja de campesinos con la mirada en el suelo, y sus rostros en sombra, mientras la luz subraya los gestos, las posturas, apreciándose una sentida actitud de recogimiento en medio de un horizonte en el que sólo se intuye la nada.
Desde su infancia, Dalí estuvo misteriosamente fascinado por ese cuadro. Había algo en aquel lienzo que le intrigaba. Ya como artista consagrado, en el libro Confesiones Inconfesables, llegó a contar que el Ángelus de Millet había sido para él la obra más turbadora del arte. Pero, por qué. Por qué Dali encontraba tanta intensidad en una escena en la que básicamente se ve a dos labradores que han interrumpido su faena para rezar.
Muchos tomaron el cuadro como una conducta ejemplificadora de la moralidad cristiana del siglo XIX; sin embargo, Dali estaba convencido de que había un más allá, había algo que le resultaba inquietante. Él consideraba que la actitud de los campesinos, hombre y mujer, no era -en realidad- la de un rezo. Pensaba Dalí que en la compostura de ambos había dolor, consternación…duelo.
El hermano mayor de Dalí también se llamaba Salvador. Murió nueve meses antes de que Dali naciera. Con cinco años, sus padres llevaron a Dali a la tumba de su hermano y le contaron allí que él debía ser una especie de reencarnación del Salvador fallecido, una reencarnación del hijo muerto.
Ese episodio fue decisivo en la revelación de lo que el cuadro de Millet escondía. Contemplándolo, la atmósfera de la escena resulta brumosa, lo que contribuye a simplificar el volumen de las figuras generando una unión entre los personajes y el paisaje. Millet emplea colores suaves para el campo y más oscuros para los personajes. ¿Aquella mujer y aquel rezaban ante un cesto de patatas o ante otra cosa? Dalí estaba convencido de que aquellos dos campesinos no podían tener semejante actitud ante un cesto de patatas. Y ante su insistencia, el Museo del Louvre accedió a hacer una radiografía a aquel cuadro.
La radiografía reveló que originalmente en lugar de la canasta con patatas, Millet había pintado una caja negra, que podía corresponder al ataúd de una criatura.