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San Francisco, donde puedes buscarte la vida entre la basura de los multimillonarios

La ciudad de San Francisco fue fundada por colonos españoles en 1776.

Javier Cancho

Madrid | 11.04.2019 11:35 (Publicado 11.04.2019 11:30)

Construyeron un fuerte en lo que hoy es el Golden Gate. Después, aquello creció por la fiebre del oro. Y hoy es un lugar donde se busca la riqueza pero rastreando pepitas tecnológicas. San Francisco está al lado de Sillicon Valley, el mayor centro de investigación cibernética de todo el orbe occidental. De modo que estas alturas de la historia San Francisco es una de esas ciudades del mundo donde resulta muy complicado encontrar un hogar. Y es allí donde el multimillonario Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, tiene una de sus viviendas.

La casa de Zuckerberg en San Francisco es una mansión de estilo Tudor, valorada en diez millones de dólares. Y resulta que a tres manzanas de ese palacete vive un tipo llamado Jake Orta. Jake reside en un apartamento de una sola ventana en el que apila un montón de basura. Jake Orta pasó más de doce años en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, abasteciendo aviones de combate. Estuvo en el 91 en la guerra del Golfo, también tuvo destino en Alemania, Corea del Sur y Arabia Saudí. Cuando regresó a su país para establecerse definitivamente su esposa le dijo que quería el divorcio. Tuvo problemas con el alcohol y se quedó sin casa. Fue así como terminó mudándose a San Francisco para vivir en un minipiso de un programa de subsidios para veteranos de guerra sin techo. Así que él -que se dedica a buscar basura en los contenedores- es vecino de uno de los tipos más ricos de todos los tiempos. El New York Times contaba hace unos días que en San Francisco puedes buscarte la vida entre la basura de tu vecino multimillonario.

Cuenta Jake Orta que de los contenedores de la mansión de Zuckerberg se llevó una aspiradora, una secadora y una cafetera. Todas en buen estado. Jake saca todo el dinero que gana de la basura. Podríamos considerar que su actividad es economía sumergida entre las inmundicias de los poderosos. Aunque Jake le da una panorámica más onírica a su quehacer diario. Él se considera un cazador de tesoros. Dice que es sorprendente las cosas que la gente tira a la basura. Explica que ha vendido unos pantalones de diseño que alguien se compró y que al ponérselos en casa no le debieron gustar lo suficiente y los tiró nuevos a la basura, y lo mismo le ha pasado con una chaqueta de algodón o con unas flamantes deportivas de marca. Rastreando los contenedores de la casa de los multimillonarios que se forran en Sillicon Valley, Jake saca cerca de mil euros al mes. Ya saben...hay investigadores en España que ganan menos haciendo ciencia puntera.

La primera regla para hurgar en un contenedor de California es asegurarse de que no haya dentro ni mapaches ni zarigüeyas. Jake tiene un amigo que se dedica a lo mismo que él. El tipo se llama William Washington y es algo así como un séneca del nuevo milenio venido a menos. Y míster Washington dice que la basura de uno es el tesoro de otro. Jake añade que -en realidad- ellos le hacen un favor a la ciudad y al medioambiente, aunque su actividad se ilegal. Dicen que ellos dan una segunda vida a objetos que de lo contrario terminarían en lo que se conoce como la fosa. un inmenso agujero negro en California donde la basura no reciclable se tritura primero antes de que una excavadora enorme la compacte.

Esta es la historia de Jake Orta, un vecino del barrio de Mark Zuckerberg, un hombre que se gana la vida husmeando en los contenedores de los multimillonarios después de que él durante años perteneciera a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.