Historia de... el verdadero Heisenberg
El Proyecto Manhattan fue organizado por Washington planteándolo como una carrera vertiginosa después de conocer el contenido de una carta.
Aquella carta llevaba la rúbrica de Albert Einstein y Leo Szilard. Los dos físicos advertían de que entraba dentro de lo posible que los nazis estuvieran desarrollando un arma atómica. Algo que al final -y probablemente- nunca llegó a suceder gracias a alguien llamado Werner Heisenberg. Heisenberg fue uno de los padres de la física cuántica. Fue el científico que formuló el principio de incertidumbre. Y -casi con total seguridad- fue el personaje histórico que hizo que hacía sin querer hacer la bomba encargada por Adolf Hitler.
Antes de seguir con esa parte de la historia, fijémonos en algo también importante. Es lo que podríamos llamar la grandeza humana. Un grandeza que demostró Albert Einstein. Einstein dedicó parte de su vida a tratar de desmontar la teoría cuántica. Y mientras combatía intelectualmente contra los físicos cuánticos, propuso que fueran ellos Heisenberg, Bohr y Jordan los que recibieran el Premio Nobel.
Heisenberg hizo descubrimientos extraordinarios. Fue un genio indiscutible. Y todo lo fabuloso que hizo, lo hizo antes de cumplir 30 años. En cuanto los nazis empezaron a gobernar Alemania, a partir de ese momento se inicia el hostigamiento hacia el científico. Fue catalogado como judío aunque no lo fuera, sólo porque defendía los logros de Einstein. Aunque finalmente el jefe de las SS, Heinrich Himmler, terminó prohibiendo todo tipo de acoso a Heisenberg. Los jerarcas nazis podían ser sádicos, pero no eran estúpidos. Y así fue como Heisenberg se convirtió en el principal científico civil involucrado en el proyecto nuclear de Hitler.
Al principio de la Segunda Guerra Mundial, había un temor bastante fundado en el bando aliado: los alemanes tenían ventaja en la física nuclear. La fisión nuclear había sido descubierta en Alemania justo antes de que Hitler ordenase la invasión de Polonia. En el territorio de la física la Wehrmacht tenía ventaja.
Es muy posible que Hitler perdiera la guerra por su obsesión nacionalista. Es muy posible que la simiente de la derrota estuviera en sus políticas de supremacía racial. Muchos científicos europeos de la época eran judíos, tenían antecedentes judíos, o sus parejas eran judías. Algunos como von Neumann, Fermi o Bohr acabarían exiliados y trabajando para Washington. Mientras, las investigaciones de Heisenberg no prosperaban. Por eso en 1942, Hermann Göring, comandante de la Luftwaffe y segundo al mando del Tercer Reich), así como Martin Bormann, secretario privado del Führer, impulsaron un segundo proyecto nazi, paralelo al de Heisenberg, para el desarrollo de bombas atómicas.
La participación de Heisenberg en aquel programa no está muy clara. Es muy posible que se equivocara a propósito sobre la cantidad de uranio necesaria para alcanzar la masa crítica. La pregunta qué hubiera sucedido si Heisenberg hubiera permitido a los nazis disponer de bombas similares a las que sí se lanzaron sobre de Hiroshima y Nagasaki.