28 de enero de 1993. Fue una jornada de radio difícil para Antonio Herrero, que por entonces conducía el programa matinal de la Cadena COPE: Primera Hora. Nada más comenzar, a las 6 de la mañana, el propio Herrero ya advirtió a sus oyentes que algo no iba bien.
Con sus más y sus menos, Herrero consiguió mantener la voz durante dos horas en antena. Pero a las 8 y 6 minutos de la mañana… ya se las vio fatal, el pobre. Menos mal que a su lado se encontraba su compañera, Pilar Vicente.
Aquí un claro ejemplo de por qué conviene estar bien acompañado en un estudio de radio.