Esto fue lo que le ocurrió a Manolo Lama en Rumania, un 18 de septiembre de 1992. Eran las tres de la tarde y tenía que narrar para la Cadena SER un partido de la Copa de la UEFA: Politehnica Timisoara - Atlético Madrid.
Lama cuenta que aquel día hacía un calor de mil demonios y cometió el gran error de ir al campo sin visera. Eso sí, antes de comenzar el encuentro ya se había bebido una botella entera de agua, de estas de litro y medio. Así que, como era de esperar, cuando comenzó el partido y llevaba como 5 minutos de narración... al hombre le empezaron a entrar ganas de ir al servicio.
Hay que añadir que el periodista estaba sólo frente al micrófono, no había comentaristas con él en la mesa y no había ninguna pausa publicitaria cerca en la que aprovechar para ir al baño. Sólo contaba a pie de campo con Carlos Bustillo y con el técnico de sonido, José Luis Alonso. Las cataratas del Niágara iban a más y a más... Y de repente, Lama, (todo esto mientras narraba, insisto) fijó su mirada... en la botella de agua... la cual, pensó, que podría convertirse en un urinario improvisado...
Así que, mientras terminaba de vaciar el agua, pensó "voy a darle paso a Bustillo y así aprovecho para mear en la botella, aunque sea sin levantarme de la mesa"...
"- ¡Bustillo! ¿Qué pasa ahí abajo en el banquillo?"
Y Bustillo... - "No pasa nada..."
Claro, Lama pensando hacia dentro "- Tío, échame un capote, habla tú mientras yo meo en la..."
Total, que Lama terminó orinando en la botella por debajo de la mesa, sí... pero mientras narraba en directo.
"- ¡Y ahí está Schuster, toca la pelota para Futre, balón para Donaatooooooooooooooo!"
