El 17 de octubre se estrena en Movistar+ 'Bisbal', un documental sobre sus veinte años de carrera musical en el que se muestra el lado más íntimo del artista almeriense.
En 'Más de uno', David Bisbal se muestra muy satisfecho con el resultado. Una película muy bonita en la que "he querido acercar a la gente lo difícil que es tratar de conseguir un sueño y, sobre todo, lo difícil que es mantenerlo por tanto tiempo".
20 años después de la primera edición de OT
Veinte años han pasado ya desde la primera edición de Operación Triunfo, que catapultó al músico a la fama. Bisbal, que ya trabajaba con una orquesta, vio carteles con anuncios del programa, se le ocurrió presentar sus datos y el resto es historia.
Ahora, dos décadas después de mucho "trabajo, esfuerzo y dedicación", se encuentra presentando su octavo disco, 'Me siento vivo', un documental, y con muchos más proyectos de cara al 2024. A la hora de hacer música, Bisbal siempre tiene presente hacer conciertos: "el estudio me gusta mucho, porque estás creando, pero siempre pienso en el escenario", cuenta.
En definitiva, tras tantos años de éxitos, confiesa que es importante cuidarse mucho y tener mucha disciplina con el deporte, la alimentación y, principalmente, el descanso, su "punto número uno".
La anécdota de Bisbal con unas jubiladas en un avión
Con nuestros humoristas, Goyo Jiménez, Leonor Lavado y Borja Fernández Sedano, le presentamos a Bisbal un juego-concurso para descubrir si algunas anécdotas son ciertas o inventadas.
Entre las anécdotas que le han ocurrido al cantante, cuenta que en un avión coincidió durante el vuelo con un grupo de jubilados, que es un público efusivo y cariñoso, y, por tanto, temible.
Ante la avanzadilla de señoras que se acercaban a su asiento para comprobar si efectivamente era él, David escogió la estrategia de hacerse el dormido. Una jubilada llegó a acercarse hasta la misma cara de Bisbal, la notaba incluso respirar. En ese momento de pánico, nuestro invitado escuchó, cuando ya lo daba todo por perdido: "¡Pero si no es él!".
En cuanto aterrizó el avión Bisbal salió corriendo de allí, para salir antes que la comitiva del Imserso, porque no podía arriesgarse a tentar una segunda vez a la suerte.