En 'Casafantasmas' Roberto Leal y su madre Mercedes Guillén viajan por España para investigar casos paranormales y las leyendas más misteriosas de nuestro país con el objetivo de averiguar si ocultan algún tipo de verdad. Para ello, en cada episodio habrán de pasar la noche en uno de estos "lugares malditos".
La serie es una idea que la productora de Roberto Leal -que creó hace años junto a su mujer- propuso a Atresplayer, por lo que teóricamente el hijo es "el jefe" de la madre. Sin embargo, realmente la que "manda y protagoniza" los capítulos es su madre Mercedes, quien sin haber hecho nunca televisión, "se come la cámara", dice su hijo.
Al trabajar su madre, Roberto Leal admite que ella le ha dado grandes lecciones por lo trabajadora que es y la cantidad de horas que echaba durante las grabaciones.
Sucesos paranormales sin explicación lógica
Sobre los fantasmas, espíritus y eventos paranormales, Mercedes asegura que siempre ha creído en su existencia, pero después de hacer la serie cree aún más.
"Hemos escuchado en un orfanato de monjas las voces de las monjas cantar, pero allí no había nadie", cuenta Mercedes. También, en una capilla desacralizada en el orfanato Hogar Virgen de los Reyes donde algunos testigos dicen que se producían apariciones de niños que en su día estuvieron en el orfanato, Mercedes sintió pasar algo en la zona del coro.
A la hora de enfrentarnos a estos fenómenos, quien pasa más miedo soy yo
Aunque Roberto es más escéptico que su madre, "a la hora de enfrentarnos a esto, quien pasa más miedo soy yo", reconoce él, tal vez derivado por su voluntad de encontrar una explicación lógica a cosas inexplicables. Al final, "son tópicos que cuando los vives es muy parecido a lo que hemos visto en las películas de toda la vida", explica Roberto.
El Museo de Cera, uno de los lugares más tenebrosos
El Museo de Cera, cuyas figuras ya dan un poco de miedo de por sí, "ha sido de los sitios donde más nos hemos asustado". Roberto y Mercedes estuvieron encerrados toda una noche en él, donde se cuenta que un hombre que vivía en ese edificio antes de que fuese el Museo de Cera se pasea por la segunda planta cada noche.
"Mi madre estuvo a punto de abandonar ese día", recuerda Roberto, algo que certifica Mercedes, que reconoce que "lo pasé fatal, por poco tienen que parar la grabación porque me entró un ataque de ansiedad".