El PP y Vox anunciaron ayer su pacto de gobierno en Castilla y León, con el que los de Abascal presidirán las Cortes y obtendrán la vicepresidencia de la Junta y tres consejerías. Este pacto con la extrema derecha llega después de que Alfonso Fernández Mañueco adelantase las elecciones para evitar a Ciudadanos en su gobierno e intentar gobernar en solitario.
Para Edu Madina, en general no se ha entendido el motivo por el cual Mañueco disolvió las Cortes de Castilla y León y sustituya a un partido como Ciudadanos por Vox, "un partido de extrema derecha, xenófobo, antifeminista, racista y en contradicción directa con las doctrinas básicas de los Derechos Humanos".
La alternativa a Vox estaría en un acuerdo con el PSOE o nuevas elecciones
Este pacto "no parece el mejor bautizo para Feijóo", que se presentará como nuevo dirigente del PP nacional. Así, Madina considera que una alternativa a gobernar con Vox era llegar a un acuerdo con el PSOE de Castilla y León.
Por otro lado, estaba en Mañueco la responsabilidad de exigir a Vox su apoyo para gobernar en solitario, pues era el ganador de las elecciones, o abocar a Castilla y León a nuevos comicios. "Vox hubiera decidido si quiere llevar a Castilla y León a repetición de elecciones o no", sostiene Madina.
El pacto con Vox incomoda mucho a la futura nueva dirección del PP que va a encabezar Feijóo
Según Sémper, este pacto de Mañueco con el candidato de Vox, Juan García-Gallardo, "incomoda mucho a la futura nueva dirección del PP que va a encabezar Feijóo". Los motivos residen en que "la vocación de Vox es sustituir al Partido Popular" y que el escenario electoral cambie hasta que el PP se convierta en una opción marginal y la alternativa a la izquierda sea Vox.
El discurso de Vox se refleja en Le Pen, Salvini y Orbán
"Al final, el discurso político que defiende Vox es el que se refleja en Le Pen, Salvini, Orbán y esa Europa en la que España no debe reflejarse", opina Sémper, quien critica fuertemente que el PP y el PSOE no lleguen a acuerdos y se dediquen a pactar con los partidos más extremistas.
Al hilo de esto, Sémper insiste en que este escenario molesta a Feijóo, al cual se va a tener que enfrentar "con determinación y con claridad" para dibujar su propio proyecto político. Así, considera que la nueva dirección del PP tendrá "una posición política clara sobre esto".