Ayer, jueves 14 de julio, finalizó la 26ª edición del debate sobre el estado de la nación. Durante tres días, el presidente del Gobierno ha anunciado nuevas medidas destinadas a la clase media y trabajadora, como una bonificación del 100% en los abonos de varios viajes cercanías, rodalíes y media distancia o la creación de impuestos dirigidos a las grandes financieras. Sobre ello han hablado Edu Madina y Borja Sémper, que han hecho un balance de este curso político.
Un debate que refleja el "clima político"
Madina ha abierto la conversación apuntando la baja audiencia que ha recibido este debate sobre el estado de la nación. "Los dos últimos años tuvieron exactamente la misma audiencia", comentaba añadiendo que el interés ciudadano por este tipo de presentaciones es "decreciente". Pese a ello, sostiene que el Gobierno no ha salido mal parado en el debate, que ha mostrado que el actual líder del Partido Popular "no está habilitado como diputado a intervenir y tener un debate mano a mano con el presidente del Gobierno y con el resto de portavoces". Le da la sensación de que el Gobierno "sale con ganas de completar" la legislatura, pero que la política "cambia muy rápido".
Por su parte, Sémper este debate "refleja el clima político en el que vivimos". Una época "atropellada", en la que se intentan "sacar ideas de la chistera" para realizar algún "movimiento sociológico o electoral". En este año, marcado de "conflictos y choques", Sémper cree que el presidente lo ha intentado solucionar con "medidas de izquierdas" que no mostrarán su resultado hasta más adelante. Lo complicado, apunta, será el regreso del verano que se encontrará teñido por un "panorama socioeconómico extraordinariamente complejo" en el que la "política está necesitada de buenas noticias". El "agotamiento ciudadano" ante la política o aquellos que la conforman "no se puede resolver en un debate de la nación".
Unas medidas "razonables"
Respecto a las medidas, ambos concuerdan en que "es muy complicado" criticar "un discurso razonable". Madina piensa que sería mejor apostar por unas "reformas en conjunto" como parte de "un proyecto de fondo". Los impuestos propuestos son "curiosos", ya que todavía no se conoce su gravamen, recorrido o base imponible. Insiste que la clave se encuentra en los "equilibrios y desequilibrios tributarios con lógicas fiscales".
Sémper se "agarra a la sensatez", alegando que "la política fiscal está viva" y "da respuesta a momentos concretos". Por ello, encuentra "razonable abrir debate sobre el coste fiscal que soportan los ciudadanos". Lo que no le parece tan razonable es que se haya hecho "de manera unilateral", ya que una medida de este calado necesitaría una "reflexión conjunta".
"Lo que no parece razonable es que medidas de este calado se hagan de manera unilateral"
Un país de complejas coaliciones políticas
Por último, han reflexionado sobre el anuncio de la dimisión del primer ministro italiano Mario Draghi, que ha sido rechazada por el presidente de la República Sergio Mattarella. Según Madina, "Italia es un país especializado en los giros de guión", que ha "profesionalizado su gestión de la crisis". Añade que normalmente todo termina bien, pero que la coalición que gobierna Draghi "es muy inestable y plural", por lo que existe la posibilidad de que el país "vuelva a ser crisis tras crisis". Sémper ha subrayado que ha sido una dimisión anunciada, ya que el primer ministro lo advirtió "previamente de la votación del Senado". Parte de sus socios de gobierno "le dejaron solo" y esa falta de apoyo se ha trasladado a un hecho "honrado, digno de ser reconocido", en el que Draghi ha cumplido su palabra.
El tema de las "coaliciones complejas" ha abierto debate sobre el actual Gobierno de España, que según Madina "ha sabido gestionar contradicciones" y con ello ha mostrado "madurez política". Pese a existir "resentimientos y fisuras por ambas partes, la coalición aguanta". Por su parte, Sémper cree que se trata de "gestión de su propia supervivencia", en la que "estar dispuesto a tragar lo que sea con tal de mantenerse en el poder".