El caso del espionaje con Pegasus a líderes independentistas y a miembros del Gobierno está provocando una grave crisis interna dentro del Gobierno, donde los ministerios de Defensa y de Presidencia evitan asumir las debidas responsabilidades.
Para Borja Sémper, estas crisis que afectan a estructuras del Estado perjudican no sólo a la imagen del Gobierno, sino también al prestigio de las instituciones del Estado y de sus servicios de información. Por ello, duda sobre si el hecho de hacerlo público es beneficioso para alguien y opina que "esto puede responder a una especie de fin de ciclo o de legislatura agotada".
Por su parte, Edu Madina, que fue miembro del Congreso de los Diputados, cuenta que fue educado por sus compañeros de partido -como Rubalcaba o Zapatero- en que "con los servicios secretos no se juega", pues son un ángulo del Estado muy relevante para la estrategia y seguridad nacional.
Al hacerlo público, el Gobierno le ha contado al mundo que tiene una grave crisis de seguridad nacional, a un mes de una cumbre de la OTAN en Madrid.