Todos nos hemos encontrado en la situación de estar en un transporte público como el autobús o el metro y tener que levantarnos para dejar el asiento a ancianos o mujeres embarazadas. O, por el contrario, nos hemos indignado al ver que ninguna de las personas sentadas les han cedido su sitio.
En Chicago, han tomado cartas en el asunto y han diseñado un sistema para recordar a los viajeros que deben dejar su asiento a mujeres embarazadas.
¿Cómo lo han hecho? Jugando con la ironía.
Gracias a la iniciativa de una embarazada, las mujeres encintas podrán viajar en autobuses y metros con unos botones que al ser presionados transmitirán a las personas con asiento un mensaje: "qué amable sería que alguien me ofreciera un sitio".
Con esta indirecta muy directa ya no vale la excusa de estar absorto en el móvil o incluso hacerse el loco mirando para otro lado.