Ahora nuestra Selección se ha revitalizado y ha recuperado el estilo y la convicción que le hizo conquistar 3 grandes títulos seguidos. Anoche, en San Petesburgo, en un partido con altibajos y muchos cambios y gracias a dos rigurosos penaltis que transformó Sergio Ramos, empataron a 3 con Rusia en ese proceso de pruebas iniciado por Lopetegui con vistas a confeccionar la lista de 23 privilegiados que irán a Rusia el próximo verano. Salvo contratiempos en forma de lesión, esa convocatoria tiene unos 16 o 17 jugadores fijos y el proceso de selección ya en marcha completará el cupo… hasta los 23.
Al margen de resultados en amistosos de preparación, la brillante fase de clasificación nos ha colocado otra vez entre los favoritos. El alquimista Lopetegui está perfeccionado la fórmula que mezcla, en su justa dosis, la veteranía de Iniesta, Ramos, Piqué o Silva con la juventud de Asensio, Isco o Morata. A mí me gusta. El equipo vuelve a ilusionar y la afición se ha empezado a contagiar de ese entusiasmo. El camino será largo pero si el fútbol, como dijo Valdano, es un estado de ánimo, está claro que España lo tiene y la estrella amarilla en el pecho, como ganador de un Mundial, le hace oficial entre los grandes favoritos. Ya no necesitamos creérnoslo como antaño, ahora lo sabemos…pero hay que trabajarlo.