El Madrid en el Bernabéu, contra los checos del Viktoria Pilsen que les empataron a los rusos del CSKA en su campo y que la Roma les metió cinco. Posiblemente el Madrid sufrirá su propio miedo escénico, porque el Bernabéu en situaciones como la de esta noche produce vértigo a sus mismos jugadores. Esas gradas parecen amenazar caerse encima si fallas un balón en noches como la de hoy, se lo he oído contar a un jugador, porque como el rival no lo ven como una gran amenaza, el público va muy predispuesto a encontrar fallos y a buscar errores con los que justificar su disgusto por la situación actual del equipo. Si el gol llega pronto, es posible que el Madrid se sienta apoyado y arropado, si no es así, y se produce alguna torpeza defensiva como ha venido ocurriendo, ese estadio será un infierno para sus propios jugadores esta noche.
Y el Valencia juega en Suiza, en un estadio de hierba artificial, frente a un equipo que en su liga suiza no está teniendo rival, pero que en la Champions ha perdido sus dos encuentros con la Juve y con el United. El Valencia, que empató en Manchester y que no le queda más alternativa que ganar hoy en Suiza para depender de sí mismo su clasificación. Ojalá les salga bien a los dos, pero aun pareciendo rivales muy asequibles, el riesgo esta noche para el Madrid y el Valencia es importante. Se juegan mucho. Demasiado. Y con demasiado riesgo.