Durante la semana anterior habíamos hablado de las Ligas de Tenerife, pero ayer comprobamos que los miedos no se heredan. Hace 25 años, muchos de los actuales jugadores del Real Madrid andaban todavía con triciclo y otros no habían nacido siquiera. Ahora son futbolistas extraordinarios con un nivel de confianza a prueba de balas. Lo demostraron en La Rosaleda. Y el Málaga no lo puso nada fácil. Jugó con la energía de los últimos partidos y Míchel no tendrá que justificarse ante nadie. De nada sirvió la remontada del Barça ante el Eibar, salvo para recordarnos que no se puede dar un partido por ganado, pero ese equipo hizo pasar un mal rato a su gente en el Camp Nou, y me deja algunas dudas de su estado emocional y de su autoestima.
Al final, vivimos una tarde de fútbol sin demasiados sobresaltos. Antes de que comenzara la celebración del madridismo, asistimos a otra fiesta, la del Calderón. Ganó el Atleti, pero no faltaron las lágrimas de nostalgia y despedida. Después de 56 años, despedida y cierre….y los sueños del Atleti tendrán otro escenario.
Pero ayer hubo otros campeones que quedaron ocultos por el confeti del fútbol. Viñales ganó en Le Mans y amplía su ventaja con respecto a sus adversarios. El alemán Zverev, de 20 años, venció a Djokovic en el Torneo de Roma y abre una nueva era en mundo el tenis. Las chicas del Atlético féminas también eligieron un mal fin de semana para lucir su campeonato de Liga. Lo importante es que unos y otros tendrán hoy un lunes feliz, quizá una semana, y ojalá también lo puedas disfrutar tú. El sábado es la final de Copa y la alegría del fútbol siempre es un vaso comunicante con la pena de otro vaso.
