Supongo que en estas tres noches de fútbol volverá a haber errores parecidos al de Gil Manzano en Villarreal y como la mancha de una mora, se quita con otra mora. Estas polvaredas sirven para delatar posicionamientos, subjetividades, filias, dependencias, agradecimientos y colocan a cada uno en su sitio, algo que los oyentes y lectores terminan también por aquilatar el precio de la objetividad de cada uno y de cada medio.
Es una manera de retratarse, pero estas polémicas las produce el fútbol y las mantiene el fútbol, que después de más de 100 años, comprueba que bajo ningún concepto le interesa la tecnología visual para aclarar las jugadas, porque conseguirían justicia deportiva, pero perderían polémicas, y una vez sopesados los intereses entre lo que da la justicia en los resultados y lo que producen las polémicas en la masa, les interesa más la polémica.
O sea, que cuando descargue una nueva nube de granizo injusto con algún arbitraje, al que le toque que no se lamente, todos aceptan el negocio así, porque a todos les interesa así.