Demasiados malos vientos ha sufrido Galicia como para añadir el fútbol a la lista de catástrofes naturales. Creo que los gallegos deberían estar orgullosos de los éxitos del Celta este año y de la permanencia del Deportivo, sin que una cosa excluya a la otra. Esa competencia futbolística debe ser siempre compatible con la alegría de tener a dos buenos equipos en Primera. Me gustó escuchar en este mismo sentido a Berizzo, entrenador del Celta. Deseó lo mejor para el Depor y pidió disculpas por si había molestado a alguien la celebración de Iago Aspas….que tampoco tuvo por qué…se limitó a besarse el escudo.
Del resto de la jornada parecen lógicas las victorias de los grandes y no tanto la crisis del Sevilla, al que se le está convirtiendo la carroza en calabaza. Por abajo, el Sporting se resiste a ser enterrado. Llegamos a los diez últimos partidos de Liga, aquellos que Luis Aragonés señalaba como decisivos. Que la pasión no nos quite la concordia y que la semana se os haga soportable sin fútbol…aunque el viernes tendremos a la selección frente a Israel en Gijón.