Si lo miramos con cierta distancia neutral, el Madrid es superior al Liverpool, y jugador por jugador hay una diferencia de superioridad bastante notable. El Liverpool tiene sus figuras más destacadas en el mismo sitio: en el ataque.
El Madrid tiene figuras en todos los sitios, todas son internacionales y casi todos jugarán el Mundial con una u otra selección. El Liverpool tiene 11 internacionales de los que 7 jugarán el Mundial, mientras que en el Madrid todos los jugadores de su plantilla han sido internacionales en cualquiera de las categorías de las diferentes selecciones, y 13 jugarán el Mundial.
El centro del campo del Madrid es un cartel de estrellas y el del Liverpool es muy normalito, aunque muy bien organizado y motivado por un entrenador motivador como es Klopp. La defensa del Liverpool tiene un central holandés que trajeron este año, pero el Madrid tiene a dos internacionales con España, uno con Francia y otro con Brasil. Los cuatro titulares.
La comparativa es claramente favorable al Real Madrid, pero el fútbol tiene un condicionante de improvisación y de imprevistos que es lo que le da la intriga y la pasión antes de un partido, que es posible que se de cualquier circunstancia imprevista que provoque un resultado sorprendente. No es lo más probable, pero sí es posible. Un fallo en los primeros minutos, una jugada desgraciada, un capricho de la suerte, pone cuesta arriba un partido para uno y cuesta abajo para otro, y todo se convierte en un imprevisto. Esa es la intriga que le da pasión e interés a una final como la de mañana.