Siempre nos falta alguien y siempre nos sobra alguno. El fútbol es así de pasional y te aleja de una razonable objetividad. A mí me está gustando el modo y manera de proceder del seleccionador Lopetegui. Todo futbolista que ha dado que hablar para bien, está teniendo su oportunidad. En esta ocasión han sido Marcos Alonso, que en el Chelsea se ha convertido en indiscutible, Parejo, al que se le ve como uno de los responsables de la buena marcha del Valencia, y Rodri, que en el Villarreal ha provocado que el Atleti lo tenga previsto como su organizador para la próxima temporada.
Me hubiese gustado que Sarabia, el lanza puntas del Sevilla, hubiese tenido también su oportunidad, pero es imposible probar a todos y dar oportunidades a todos, porque además todos tenemos gustos y opiniones diferentes, y en ocasiones ocurrencias, y el seleccionador está siendo justo, sensato y discreto. Tiene donde elegir. El fútbol español atraviesa su época de oro, pero no es fácil engarzar joyas, esa es la profesión artística de un buen joyero, y Lopetegui, a mí, me está transmitiendo confianza y seguridad. Después, cuando empiece el Mundial, comenzarán los problemas y será cuando tenga que demostrar habilidad para encontrar soluciones. Pero las perspectivas me gustan y me ilusionan.