COMENTARIO DE DE LA MORENA

José Ramón de la Morena: "Los días se hacen más emocionantes y nerviosos a medida que se acerca la final de la Champions"

Los días se hacen más emocionantes y nerviosos a medida que se acerca el sábado y la final de la Champions en Kiev. Y es que, ha comenzado ya a subir la fiebre de la pasión por el fútbol, y esa final del sábado, que no terminará ya de enfriarse hasta mediados de julio cuando finalice el mundial en Moscú.

ondacero.es

Madrid |

Anoche conocí a un aficionado de Murcia que le dejó su tío un viejo Renault 4L en herencia, de hace 36 años, con el que viajó desde Murcia a Lisboa a ver la final del Madrid, y como la ganó. Con ese mismo 4L se fue a Milán a ver la otra final, que como la ganó otra vez, el año pasado se fue a Cardiff. El coche le ha salido bueno, porque anoche lo encontré en la República Checa, en el viejo 4L camino de Kiev, pero con su madre de 70 años. De Murcia a Kiev son 3.700 km, pero la pasión y la ilusión por el fútbol es capaz de provocar historias como ésta.

Ayer era el día de convivencia con la prensa. Un día en el que el club, por indicación de la UEFA, abre su ciudad deportiva a todos los medios de comunicación acreditados, y que tienen acceso, siquiera por unos instantes a hablar con los jugadores del Real Madrid. Fue asombroso el despliegue de medios informativos que se dieron cita, cerca de 400 periodistas rodeaban como un enjambre a los futbolistas que salían con más o menos ganas de dar alguna opinión de esa final del sábado.

Pero es que el sábado, en Kiev, hay acreditados 1600 informadores de radio y televisión, 550 de prensa y páginas web, y 160 fotógrafos. Es la final de la Champions, la final europea de fútbol, nada más, pero nada menos. Algunos creen que el fútbol es una cuestión de vida o muerte, pero es algo más serio que todo eso, dijo Bill Sankly, el legendario entrenador del Liverpool. Me quedo con la frase de Valdano, el fútbol es la cosa más importante de las menos importantes.

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Anoche conocí a un aficionado de Murcia que le dejó su tío un viejo Renault 4L en herencia, de hace 36 años, con el que viajó desde Murcia a Lisboa a ver la final del Madrid, y como la ganó. Con ese mismo 4L se fue a Milán a ver la otra final, que como la ganó otra vez, el año pasado se fue a Cardiff. El coche le ha salido bueno, porque anoche lo encontré en la República Checa, en el viejo 4L camino de Kiev, pero con su madre de 70 años. De Murcia a Kiev son 3.700 km, pero la pasión y la ilusión por el fútbol es capaz de provocar historias como ésta.

Ayer era el día de convivencia con la prensa. Un día en el que el club, por indicación de la UEFA, abre su ciudad deportiva a todos los medios de comunicación acreditados, y que tienen acceso, siquiera por unos instantes a hablar con los jugadores del Real Madrid. Fue asombroso el despliegue de medios informativos que se dieron cita, cerca de 400 periodistas rodeaban como un enjambre a los futbolistas que salían con más o menos ganas de dar alguna opinión de esa final del sábado.

Pero es que el sábado, en Kiev, hay acreditados 1600 informadores de radio y televisión, 550 de prensa y páginas web, y 160 fotógrafos. Es la final de la Champions, la final europea de fútbol, nada más, pero nada menos. Algunos creen que el fútbol es una cuestión de vida o muerte, pero es algo más serio que todo eso, dijo Bill Sankly, el legendario entrenador del Liverpool. Me quedo con la frase de Valdano, el fútbol es la cosa más importante de las menos importantes.