Su cara de niño y la sonrisa permanente parecen más infantiles que sus 24 años reales, sin embargo sus reacciones, sus respuestas y sus expresiones, son las de una persona bastante mayor. Digamos que reúne todas las condiciones para que hablemos de un genio. Ayer se convirtió en el personaje de la tarde, con su victoria en el Gran Premio de motociclismo de Aragón. Sobre todo por las formas, su valentía, pero también su talento, y después la simpatía.
Márquez lleva 60 victorias en los mundiales de diferentes categorías, desde que con 4 años pidió aquella motito a los Reyes Magos. Camino de convertirse en una leyenda, estoy seguro que sobrepasará la de Valentino Rossi, que ha ganado 9 títulos, 7 en la máxima categoría, Marc ya lleva 5 títulos con 24 años, lo que hace que la ecuación nos salga muy optimista. Con esa sonrisa permanente, sin recordarle un mal gesto nunca, una mala contestación a nadie, soportando que lo tirasen de la moto en un Gran Premio y que unos supuestos informadores se introdujeran en su casa, y ninguna de esas agresiones le hizo perder la compostura ni dejó en su hoja de servicios una mancha, ni un mal recuerdo. El niño, como decía el gran Juan Luis de Tarifa, está para meterlo en almíbar….y dejarlo así.
La parte amarga de este lunes, son las escuchas que la Guardia Civil grabó durante estos últimos meses a Villar y sus cómplices para crear una especie de monarquía absolutista en la Federación española de fútbol. Es indignante. Cada día se van conociendo más, y como en Sodoma y Gomorra, cada vez cuesta más trabajo encontrar alguien honesto, y lo indignante es que pretenden continuar.