La Asamblea de cardenales del fútbol la componen 140 miembros y cada uno de los candidatos intenta meter a gente suya para que el día 22 le vote. En esos 140 miembros están representados todos los estamentos del fútbol: los árbitros, que como los sube y baja de categoría Villar, le van a votar a él, porque le temen y el que no le vote va a Segunda o Segunda B. Los entrenadores, que algunos, según para quién trabajen, ya se han manifestado.
Los futbolistas, que ha intentado manipular Rubiales para que voten a Villar, porque a su vez Villar le ha hecho creer a Rubiales que algún día será su sucesor. Los clubes, que maneja LALIGA, y su presidente Javier Tebas tiene controlados, supuestamente, para que no voten a Villar. Y los presidentes de las territoriales, a quienes Villar ahora promete subvenciones a paletadas, pero que después no cumplirá. En definitiva, un sainete manipulado, en el que es difícil creer.
¿No serían más fáciles unas elecciones libres, donde cada futbolista, árbitro o dirigente votara al candidato que quiere en secreto y total libertad? Pues no, han estado toda la madrugada escrutando los votos de todos los estamentos para elegir esos 140 cardenales que compondrán la asamblea del fútbol, y elegirán al presidente el lunes 22 de mayo. Si hubiese un mínimo interés por limpiar, depurar, higienizar el fútbol, nadie podría votar a un tipo como Ángel María Villar, pero como dudo que lo haya, dudo que no vaya a salir Villar otros 30 años más.