Petardea el Madrid como un coche viejo, que anoche logró arrancar a empujones en la cuesta abajo del descuento frente a los alemanes del Monchengladbach, un equipo áspero y pegajoso que llegó a ir ganando 2-0 a falta de 5 minutos para el final.
Horrible el Madrid en defensa, falto de concentración, entendimiento, partido en el centro del campo y con Benzema totalmente aislado.
Se le apareció la virgen en el descuento, y salvó los muebles con el empate, pero muy mal otra vez el Madrid.
Y muy bien el Atleti que se dejó sorprender por los austriacos del Salzburgo que se pusieron 1-2, pero Joao Félix volvió a convertirse en el genio que esperan de él y resolvió el partido.
Y entre medias, Bartomeu convocaba una rueda de prensa para decir que se iba. No encajó bien el bofetón de la Generalitat que le obligaba a convocar la moción de censura y permitir a sus socios que voten si quieren que siga o se vaya ya.
Y como esa era la única salida que le quedaba para esconderse hasta marzo, no tuvo más remedio anoche que marcharse. Y se fue señalando a la Generalitat, a la misma que ha protegido en momentos críticos de la política de Cataluña, quizá pensando que cuando él los necesitase como ahora, le devolverían el favor. Ingenuo.
Se sienten dueños de Cataluña y por supuesto también del Barça. Pero Bartomeu, en su pataleta desesperada, se chivó de haber dejado firmada la conformidad para que el Barça participe en esa Liga Europea que están intentando, como una especie de NBA, los grandes clubs europeos.
Una ingenuidad, porque serán los socios del Barça quienes decidan en la asamblea necesaria, y en todo caso el nuevo presidente que le sustituya. Pero su salida, como su recuerdo, no será ya muy admirable.