Aduritz ya tenía previsto retirarse al final de esta temporada y el broche perfecto habría sido esa final de Copa del Rey, que tendría que haber jugado el 18 de abril entre el Athletic y la Real Sociedad. Como capitán, la imagen de Aduritz levantando una posible copa y su retirada habría sido la noche soñada, pero la pandemia también se ha encargado de borrar esa imagen para el recuerdo.
Aduritz ha intentado alargarlo para seguir un poco más, pero cuando tu cuerpo dice "basta" ya no puedes hacer nada.
Salió de la cantera del Athletic, tuvo que buscarse la vida en el Burgos y en el Valladolid después, antes de volver al Athletic en 2005 para ayudar a sacar al equipo de aquellos puestos complicados que pasó.
Aún así, le traspasaron al Mallorca y luego fichó por el Valencia antes de volver al Athletic en 2012. Deja el club como el sexto máximo goleador de su historia con 172 goles en 405 partidos, sólo por detrás de Zarra, Bata, Dani y Gorostiza.
En su vitrina de trofeos, una Supercopa de España con el Athletic en 2015 y dos trofeos Zarra como máximo goleador español de Primera División en 2014 y 2015.
Aduritz no siempre fue futbolista, porque en sus inicios compaginó el fútbol con el esquí de fondo. Llegó a ser Subcampeón de España. También es un enamorado de golf. Es un tipo introvertido con la prensa, discreto y que se marcha con discreción sin querer esperar a esa final de copa del próximo año. Quizás porque sabe que, cuando se tiene un pasado brillante, no hay por qué arriesgarlo al despedirse con un regular presente.