Serán las 18 mejores selecciones quienes se vayan eliminando en una semana y en 3 partidos por eliminatoria y al mejor de 3 sets, en vez de 5 como en estos últimos años. Cambiarán la tierra batida por pistas duras y ese será el piso de la próxima Copa Davis en el 2019 en el mes de Noviembre en Madrid. Se trata de que vengan los mejores del mundo a defender el tenis de su país, en una semana, que no les agobiará el calendario, y les ofrecerá la posibilidad de ingresos muy importantes a todos los jugadores, y especialmente a los ganadores. Como espectáculo, es indiscutible y está bien visto.
Se pierde la posibilidad de llevar el tenis a ciudades más pequeñas, pero después siempre están los condicionantes de los jugadores que piden ciudades a nivel del mar cuando se juega en España, lo que excluye a las ciudades sin mar casi siempre. Y Madrid queda más o menos cerca de todos. Después, una vez pasados los dos próximos años es posible que la Copa Davis ya solo la podamos ver por televisión o hacer un largo viaje a los países árabes o asiáticos…o a Estados Unidos.
Es la globalización que nos está cambiando a todos y modificando los escenarios. Pero me asombra la capacidad mercantil de Gerard Piqué, para sobreponerse a las presiones del fútbol, a sus enredos polémicos y emerger en Madrid con la joya principal de su empresa. Reconozcámoslo.