Pero no sé si se ha agarrado a esa oportunidad. Un tipo culto y leído que manejaba bien el vocabulario y construía con elegancia frases y ejemplos, comenzó hablando de cojones y volvió a repetirlo después como si no hubiese encontrado mejor metáfora. Ayer en la rueda de prensa previa a la Champions, en Roma, se permitió aconsejar a la prensa cómo han de proteger a Sergio Ramos, para conseguir, supongo, las simpatías del capitán del Real Madrid.
Creo que ese equipo necesita un entrenador capaz de convencerles de nuevo de lo bien que saben jugar al fútbol y de lo mucho que tienen que corregir y esforzarse para volver a lograrlo, porque es un equipo totalmente deprimido, y no estoy seguro si ese paternalismo proteccionista que está utilizando Solarien estas primeras semanas, es lo más correcto. Posiblemente los jugadores le viesen como un submarino de la presidencia en el vestuario, y pretenda ganárselos en complicidad y solidaridad, pero el método me parece descompensado.
De Zidane siempre dudé como entrenador, porque el título se lo homologaron aquí con no sé exactamente qué, ni dónde, pero la sala de prensa es una asignatura importante porque es el mensaje de explicaciones o justificaciones que se lanzan al mundo y a tus aficionados. Y Zidane eso lo hizo muy bien, imagino quién le enseñó. Solari no sé cómo manejará el equipo, parece que no está claro, pero en la sala de prensa, que es donde yo le veía más seguro, es donde se muestra más débil. En todo caso, mejorar en 15 días a ese equipo parece un milagro, pero hágase el milagro y hágalo el diablo.