Con lo cual ya veo que desconoce las interioridades del fútbol y que simpatiza con Rubiales, al que no nombraba en ese artículo, ni lo ha nombrado cuando por dinero llevó la Supercopa a Arabia Saudí. Me preocupa el nombramiento porque me preocupa el deporte de este país que tantas alegrías nos está dando, muchas más que los políticos.
Nos tendremos que entretener con partidos tan espectaculares como el de anoche en Tenerife en el que el Athletic eliminó al Tenerife en la tanda de penaltis tras el empate a tres con el que terminó el encuentro.
Y nos quedan los cinco que se juegan esta noche, y que tiene a Zaragoza en fiestas con la visita del Madrid, y a León con la del Valencia, quizá esa sea una de las soluciones, disfrutar el deporte, porque tenemos una generación de deportistas admirables, y olvidarnos y despreocuparnos de esas frivolidades políticas que reparten cargos como quien coloca ladrillos, el que tenga más cerca, el que más me convenga, el que toque, el que cuadre, mitad mujeres, mitad hombres, en vez de la mejor o el mejor para cada puesto. Esa es la diferencia con el deporte, que si no juegan los mejores, pierdes, y eso en política aún no lo han aprendido… ni quieren aprenderlo.