Ganó el Madrid en el Bernabéu al Leganés con notoriedad, con efectividad, porque fueron 5 goles sin recibir ninguno, pero sin una brillantez como la que pudo tener el Barça el martes. Casi me atrevo a justificarlo más por la facilidad que ofrece en estos momentos el Leganés, que dejó muy claro por qué es último de la tabla. Y me sorprendió que Zidane no refrescara antes al equipo con los cambios sabiendo el calendario que le viene.
Ganó el Athletic en Bilbao al Espanyol, que continúa hundido en los puestos de descenso, dando señales claras que el problema de ese equipo no era el entrenador. Ganó el Betis al Celta, y lo deja en puestos de descenso y el Betis sale de las aguas peligrosas a terreno seco, y el Celta es muy posible que en los próximos días cambie de entrenador, aunque anoche Escribá estuvo valiente y honesto diciendo que lo que le preocupa es el equipo, no su continuidad en él.
En Valencia, el Sevilla logró un empate, en un partido que se hizo bronco, y en el que el Valencia, jugando en casa, juega incómodo por el clima de crispación que se respira en ese estadio desde que su presidente, en una actitud estúpidamente altanera, les mandó callar, y eso el público de Valencia no se lo perdona.
Y ganó el Levante en San Sebastián a la Real que está haciendo una gran temporada, pero que tiene algún cable suelto, y de vez en cuando, como anoche, deja de hacer contacto. En definitiva, una jornada que finaliza esta noche, con los 3 partidos que faltan, y que nos hace ilusionarnos con un campeonato mucho más disputado y menos dual que el de estos últimos años.