Aseguran que no dijo nada al final de su vida porque los conspiradores le asestaron 23 puñaladas y es improbable que, en ese momento, pudiera emitir una frase tan teatral. Explican que lo que en realidad dijo fue "kai su, teknon" que quiere decir "Tú también, hijo mío" pero en griego, no en latín.
El profesor recuerda el texto del historiador romano, Suetonio. "Viendo entonces puñales levantados por todas partes, se envolvió la cabeza en la toga. Recibió veintitrés heridas y algunos escritores refieren que viendo avanzar contra él a Bruto, le dijo en lengua griega: ¡Tú también, hijo mío!".
Además, Mateo rememora el texto de Plutarco. "César luchó, agitándose acá y allá, y gritando; pero, al ver a Bruto con la espada desenvainada, se echó la ropa a la cabeza y se prestó a los golpes, expirando traspasado de heridas".
El error deriva de la obra de Shakespeare 'Julio César' donde pronuncia esas palabras cuando le asesinan, en la escena del asesinato (la primera del Acto III), no son esas las últimas palabras que pronuncia, porque después de "Et tu brute" dice "Then fall, Caesar!", "Muere entonces César" y muere.