LA HISTORIA DE VÉLEZ

La historia de Hilda Matheson, la creadora los debates políticos y las tertulias literarias en la radio

Años 20 del siglo pasado, periodo de entreguerras. Ante la ausencia de periódicos editados con regularidad, la importancia de la radio -la BBC entonces- era obvia. Aunque ni siquiera tenían una redacción en aquellos días. Era un distribuidor de noticias cuyos boletines enviaba la agencia Reuters por correo, que arrancaban con la frase “London calling”.

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Madrid |

Había noticias, mensajes institucionales, y mucha música. Horas y horas de música para los afortunados hogares que contaban con un receptor. Sonaba, por ejemplo, Jack Payne y su orquesta del Hotel Cecil: ‘Drifting and dreaming’, uno de los éxitos de 1927.

Pero las técnicas de grabación entonces eran muy rudimentarias en aquellos primeros años así que la mayor parte de la radio hablada se hacía en directo. El primer director general de la cadena y uno de los fundadores de la British Broadcasting Company, John Reith, entendió que hacía falta alguien con mano firme y talento para llevar las riendas de aquello.

Y, a tal efecto, contrató con un salario de 600 libras anuales a Hilda Matheson.

“Su cerebro era demasiado bueno para dedicarlo solamente a mi trabajo”, escribió sobre Matheson Lady Astor, la primera mujer en ocupar un escaño en Westminster. Hilda tenía 30 años cuando entró a trabajar como su asistente, hablaba cuatro idiomas, era culta, con personalidad, y había pasado la Primera Guerra Mundial en Roma como espía al Servicio del MI5.

En 1927, Matheson se hizo cargo de la dirección del Departamento de Charlas de la BBC. Como las noticias dependían de su departamento, propuso juntar a los líderes de los tres partidos principales para hacer -¡fíjate la temeridad!- un debate en la radio: eran el entonces primer ministro conservador, en su segundo mandato, Stanley Baldwin; el laborista Ramsay MacDonald que ganaría las siguientes elecciones de 1929 (estos dos se alternaron las llaves del 10 de Downing Street hasta en 5 elecciones generales entre 1923 y 1935); y el Liberal David Lloyd George. Los tres primeros políticos que se enfrentaron en un debate radiofónico en la historia. Un género que le debemos a la pionera de Hilda Matheson. Pero no fue el único.

También la tertulia. El germen de las tertulias radiofónicas, cualquiera que sea el género, está en las charlas literarias que Hilda Matheson ideó para la BBC a finales de los años 20.

Y así fue como llegaron a la BBC figuras tan ilustres como Virginia Woolf, George Bernard Shaw, Herbert George Wells o Edward Morgan Forster, quien tuvo un programa de charlas durante muchos años.

Hilda Matheson entendió que aquello de la radio debía servir no sólo para difundir noticias sino “como una posibilidad educativa para la influencia, el entretenimiento, la educación y el bien general”, escribió Vita Sackville-West, a la que conoció tras invitarla a una charla radiofónica que llevaba por título “la posición de las mujeres de hoy”. Fue el inicio de una relación sentimental que duraría dos años.

Hilda era una mujer “muy consciente de que no era convencional”, dijo Sackville. Una directiva con mano firme en un mundo de hombres, que nunca se interesó por el poder, ni hizo nada por ocultar su homosexualidad en aquella sociedad británica de los años 20 y los años 30. Tras aquella relación, inició otra de muchos años -hasta el precipitado final de sus días- con Dorothy Wellesley, Duquesa de Wellington, que estaba casada y también había sido amante de Vita.

Hilda Matheson acabó por no encajar en los parámetros conservadores de la BBC hasta el punto de aceptar la invitación para marcharse. Aunque nunca abandonó la radio. Lo que nos dejó es un legado que todavía perdura hoy en la confección de muchos, muchos programas de radio.